RRHH Digital El Acuerdo interconfederal firmado en 2012 fijó, como criterio para 2013, el que los aumentos de los salarios pactados no deberían exceder el 0,6%, con una cláusula de actualización que cubra el exceso de la tasa de variación anual del IPC general español del mes de diciembre sobre el objetivo de inflación del Banco Central Europeo (2%), o de la tasa de variación anual del IPC armonizado de la Zona Euro en el mismo mes, si éste es inferior al español, la misma cláusula que ya ha sido aplicada en 2012, con una actualización del 0,2% sobre el incremento inicial pactado para ese año.
Hay que recordar que, mientras que la moderación salarial convenida en el II AENC y la flexibilización de las condiciones de trabajo se están incorporando a los convenios firmados en 2012 y 2013, no se está cumpliendo con los objetivos de frenar la destrucción de empleo, moderar los precios y aumentar la inversión productiva, aspectos –todos ellos- donde es clave la responsabilidad empresarial y el cumplimiento de los compromisos adquiridos por las organizaciones empresariales firmantes del AENC. Por eso, no es admisible que estas mismas organizaciones, en lugar de reclamar de sus empresas y organizaciones asociadas, mayor implicación en los objetivos pactados, llamen a seguir exprimiendo la vía de reducción de los costes salariales como forma de autofinanciación para reducir la deuda y mejorar la cuenta de resultados de las empresas a costa de los trabajadores y trabajadoras y del empobrecimiento de la mayoría de la población.
Las confederaciones empresariales deben aclarar si mantienen su compromiso con el diálogo social y la negociación colectiva o si optan por los incumplimientos de los acuerdos, la devaluación de los convenios por la vía de la inaplicación de los mismos o el bloqueo de la negociación colectiva, utilizando la amenaza de la pérdida de ultraactividad como recurso para la rebaja substancial de las condiciones, salariales y no salariales, establecidas en los convenios colectivos.
En el diálogo social y la negociación colectiva encontrarán la plena disposición de las organizaciones de UGT y CCOO a buscar alternativas equilibradas a los principales problemas que empresas y trabajadores tienen en el dificilísimo contexto de crisis en que estamos inmersos; mientras que si abundan en las posiciones maximalistas que defienden algunos sectores empresariales y el uso abusivo de los instrumentos más regresivos de una reforma laboral impuesta y de demostrada ineficacia en los objetivos de contener la destrucción del empleo y favorecer la contratación, encontrarán la máxima firmeza de las organizaciones sindicales y la movilización de los trabajadores en la defensa de su convenio y sus condiciones de trabajo.
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