CONCLUSIONES DE UN ESTUDIO SOBRE LA SITUACION LABORAL DE LA JUVENTUD
La mayoría de los jóvenes españoles quiere ser funcionario, según se desprende de un estudio realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas en 20 ciudades. La precariedad de los contratos en las empresas privadas anima cada vez a más jóvenes a presentarse a procesos de oposiciones para conseguir un puesto en las administraciones.
Unos 3.000 menores de 30 años fueron sometidos a la tesitura de escoger entre un trabajo con contrato indefinido y un sueldo de unos 1.200 euros o bien una plaza de funcionario con la misma remuneración. El resultado fue claro: solo el 21% se decantó por trabajar en el sector privado, frente al 65% que no dudó en apostar por un empleo en el público, pese a tener las mismas condiciones de seguridad y salario. Un minoría, el 13%, se mostró indiferente. La búsqueda de estabilidad para salir de la espiral de contratos temporales y el mito de que un funcionario hace un trabajo más fácil y cómodo son las razones que, según los expertos, causan estas preferencias.
Los profesores encargados del estudio, José García Montalvo y José María Peiró, advierten de que en este proyecto también se ha detectado el creciente rechazo de los jóvenes a aceptar sacrificios para encontrar un empleo. Los que aún viven con sus padres y, en mayor medida los chicos, no están dispuestos a consentir flexibilidad horaria, geográfica o de jornada, con la lógica excepción de los jóvenes inmigrantes.
El 67% de los empleados sitúa el trabajo estable como principal prioridad. Sin embargo, los que dan más importancia al contrato indefinido son los que tienen entre 25 y 30 años, mientras que los de menos edad prefieren trabajo de temporada. Son muchos los que se decantan por trabajos estacionales compaginables con sus estudios. Los más cualificados priorizan las ocupaciones relacionadas con sus estudios y los menos preparados buscan empleos bien pagados y con horas extras.
Otra cuestión fundamental, como la del sueldo, tan solo es la prioritaria para el 17% de los jóvenes encuestados. Sin embargo, la desproporción entre el precio de la vivienda y los salarios es cada vez mayor, lo que redunda en la tardanza para la emancipación de los jóvenes españoles.
La elevada tasa de temporalidad, uno de los principales problemas de los jóvenes, alcanza el máximo del 82% en la franja de 16 a 19 años y baja al 46% a partir de los 25, muy por encima de la media nacional, que se sitúa en un 33%.
Los comentarios están cerrados.