El 60% de las mujeres inmigrantes que recibe y admite España vienen para trabajar en el servicio doméstico, según Marisela Padrón, directora de la división de América Latina y el Caribe del Fondo de Población de Naciones Unidas (UINFPA), que presentó ayer el informe anual 2006.
Padrón ha señalado que el informe sobre el estado de la población de este año, que va dirigido al estudio de las mujeres y su impacto en la migración internacional y se titula Hacia la esperanza, subraya que de los 196 millones de personas migrantes que hay hoy en el mundo, 95 millones son mujeres.
Según el informe, la migración alcanza en el mundo niveles sin precedentes y se ha duplicado en los últimos 50 años, en los que dominan los flujos migratorios hacia países desarrollados.
El 75% de la población que migra lo hace a 38 países.
Uno de cada cuatro se dirige a Norteamérica y uno de cada tres a Europa, debido a "la desigual distribución de las oportunidades laborales y de nivel de vida", según Padrón.
Sobre las mujeres, Padrón incidió en:
- Suelen tener menos salarios que los hombres.
- Muchas trabajan como en España en el servicio doméstico.
- A menudo tienen más obstáculos que los hombres para acceder a otros trabajos, lo que les hace caer más a menudo en redes de explotación laboral y sexual.
- Afirmó también que después del tráfico de armas y de drogas, el tercer negocio ilegal más lucrativo en el mundo es el comercio sexual.
Sobre la extracción social de los migrantes, tanto mujeres como hombres, el informe constata que quienes emigran no son los más pobres ni los que tienen menor nivel educativo.
La directora de UNFPA se refirió a que uno de los problemas en los países de desarrollo es el de la pérdida de capital humano que supone el que hay muchas personas formadas en sus países de origen en enfermería y medicina, luego migran a los países en desarrollo, donde son mejor pagados.
A la presentación del informe en España asistieron también Juan Pablo de Laiglesia, secretario general de la AECI (Asociación Española de Cooperación Internacional), quien disculpó que no pudiera asistir la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, y Francisca Molero, responsable de la Federación de Planificación Familiar Estatal.
Ambos destacaron que hay que tener en cuenta las políticas de género al abogar el desafío de la migración y de Laiglesia apostó por hacer más hincapié en los aspectos positivos de la inmigración.
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