El primer mes de aplicación de la reforma laboral ha sido un éxito, según explicó ayer el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, que hizo una comparecencia pública sólo para anunciar los ‘resultados rápidos y muy positivos’ de la nueva normativa laboral.
El pasado 1 de julio entró en vigor el plan de choque con ayudas de 800 euros durante cuatro años por cada trabajador temporal que el empresario convierta en indefinido. Estas bonificaciones, que durarán hasta el 31 de diciembre, ha disparado la contratación indefinida en julio.
En dicho mes, se registraron 168.285, un 44,74% más que hace un año. Este fuerte avance está, sin duda impulsado por los 90.898 trabajadores temporales que pasaron a ser fijos, y cuyos empresarios se beneficiaron de las ayudas citadas. Esto supuso un incremento de las conversiones del 72%.
No obstante, estas conversiones están medidas en función de los contratos registrados en las oficinas de empleo. Pero Caldera aportó otros datos de los contratos que entraron en vigor el 1 de julio, según los cuales las conversiones aumentaron un 132%. En opinión del titular de Trabajo, la tendencia de incrementos de los próximos meses estará más cercana a este último incremento.
A la vista de éstos resultados, Caldera aseguró que su departamento mantiene las previsiones iniciales que esperan que a finales del año próximo un millón de trabajadores temporales se haya convertido en indefinidos (medio millón por las ayudas a la conversión y otro medio millón por los límites legales al encadenamiento de contratos eventuales). Es más, consideró que ‘podría superarse ese millón’ de nuevos fijos.
La Seguridad Social ha detectado que 15.000 trabajadores encadenaron contratos temporales en la misma empresa pero Trabajo asegura que ‘desconoce si son para el mismo puesto’, por lo que será más difícil demostrar que deberán convertirse en fijos, según la nueva ley. De los convertidos en indefinidos, 51.603 fueron hombres y 39.295 mujeres; 20.197 fueron menores de 25 años y 63.718 en del sector servicios.
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