La reforma laboral alcanzada recientemente entre los agentes sociales y el Gobierno no contribuirá significativamente a la mejora de la competitividad, una de las principales carencias de la economía española, dijo un informe divulgado el domingo.
Según el informe trimestral «Consenso Económico» elaborado por PricewaterhouseCoopers a partir de un panel de 316 expertos y empresarios, un 57,5 por ciento de los encuestados ve necesaria la reforma, pero cree que se centra en aspectos que no afectarán a la competitividad y a la productividad.
«La reforma laboral es necesaria, pero tendrá un efecto escaso en la productividad y competitividad de la economía española», apostilló el informe.
Los sindicatos y la patronal, bajo el auspicio del Gobierno, alcanzaron recientemente un acuerdo en materia laboral que pretende reducir la temporalidad en el empleo, fundamentalmente.
El 26,2 por ciento opina que, si la reforma consigue mejorar la estabilidad en el empleo, será con un «coste enorme».
El 50,8 por ciento de los encuestados atribuyó la temporalidad en España a la carestía y a la inseguridad jurídica del despido de los trabajadores con contrato indefinido; el 34,1 lo vinculó con la excesiva casuística y con las múltiples formas para contratar temporalmente y el 22,8 por ciento lo relacionó con el abuso de la ley por parte de las empresas.
Los expertos proponen ampliar la formación continua en las empresas, reformar el alcance de la negociación colectiva, mejorar los servicios públicos de empleo y reformar el sistema de protección por desempleo.
EL PIB BAJARÍA AL 3,25 POR CIENTO
Los expertos consolidan una ligera opinión pesimista sobre la evolución de la economía y estiman en el 3,25 por ciento el crecimiento del producto interior bruto (PIB) este año frente al 3,4 por ciento de 2005 y sitúan el 2,82 por ciento en 2007.
La previsión oficial de crecimiento del PIB para este año apunta al 3,3 por ciento y al 3,2 por ciento para 2007. No obstante, el Gobierno no descarta subir su proyección para este año, aprovechando la presentación del cuadro macroeconómico para el próximo ejercicio, prevista para finales de julio.
El informe añade que el 79,5 por ciento de los encuestados cree que a partir de 2007 la actividad se desacelerará y un 13,1 por ciento opina que la economía doméstica sufrirá «una fuerte ralentización o una recesión».
En materia de precios, el 58,8 por ciento de los consultados espera un nivel a final de este ejercicio entre el 3,6 y el 4,0 por ciento frente al 4,0 por ciento de junio, según el dato adelantado de inflación armonizada divulgado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística.
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