El Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales avanzó que a día de ayer había 18.852.931 personas cotizando a la Seguridad Social, es decir, 212.600 afiliados más que un mes antes (el 31 de mayo).
Durante su comparecencia ante la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Senado, el ministro subrayó que, aunque se estos datos son provisionales (la cifra oficial del cierre de mes no se conocerá hasta el próximo martes, 4 de julio), reflejan el buen ritmo del empleo y la afiliación en España.
El ministro avanzó además que entre el 1 de enero y el 27 de junio de este año, la Seguridad Social registra 696.000 afiliados más, ‘el mejor dato de un semestre en la serie histórica’, aunque exceptuando el mismo periodo de 2005 que fue ‘excepcional’, debido al proceso de regularización de inmigrantes.
No obstante, Caldera insistió en la buena evolución del empleo y recordó que al comenzar la legislatura (el 31 de marzo de 2004), la Seguridad Social contaba con 16.894.920 afiliados.
Así, en estos dos años, subrayó el ministro, la afiliación a la Seguridad Social ha crecido en casi dos millones de personas, lo que supone una mejora del doce por ciento.
Además, en su comparecencia, Caldera explicó el contenido de la reforma laboral, suscrita el pasado mayo entre el Gobierno, CEOE-CEPYME, CCOO y UGT, tras casi dos años de negociaciones.
Defendió que la reforma es ‘importante y ambiciosa’, pero ‘lo más importante es que cambiará la cultura de la contratación de este país’ porque desde ahora ‘saldrá más caro’ contratar de manera temporal, mientras que el empleo indefinido será ‘más productivo para las empresas y el país’.
El ministro dijo que el texto es ‘coherente’ porque profundiza en las reformas iniciadas en 1997, corrige sus defectos, y conjuga ‘instrumentos novedosos’ para limitar el encadenamiento de contratos temporales, con medidas para incentivar el empleo indefinido que beneficiarán ‘a más de un millón de personas’, reiteró.
En ese sentido, recordó que con carácter excepcional, la reforma incluye un plan de incentivos que premiará las conversiones de los contratos temporales en indefinidos.
Además, sólo hasta el 31 de diciembre de 2007, los empresarios que podrán utilizar el contrato de fomento del empleo (con una indemnización por despido de 33 días) para convertir en indefinidos a sus trabajadores, en vez de con el ordinario (45 días de despido).
Caldera subrayó que situación es ‘excepcional’ y, por ello, insistió, los empresarios ‘deberían aprovecharlo’ porque a partir del próximo 1 de enero de 2007 sólo se incentivará el empleo indefinido inicial.
El ministro explicó además que el problema del mercado laboral español no era la creación de empleo, ya que desde la reforma de 1997 se han creado 5,3 millones de empleos netos, apuntó, sino la alta tasa de precariedad que obligaba a los agentes sociales y al Gobierno a consensuar una reforma capaz de combinar la flexibilidad existente sin ‘deteriorar’ los derechos de los trabajadores.
En ese sentido, se mostró ‘convencido’ de que el mercado de trabajo ‘no necesita más flexibilidad’ porque ‘ya tenemos un modelo tan flexible como el de Dinamarca’.
En el turno de intervención de los grupos, el portavoz de Izquierda Unida en la Comisión de Trabajo, Eduardo Cuenca, dijo que la reforma es ‘escasa’ y que ‘se queda corta respecto de los objetivos inicialmente marcados’, en tanto que el portavoz del PNV, Víctor Bravo Durán, criticó que el Gobierno sólo negociase con CCOO y UGT, excluyendo a sindicatos autonómicos.
Por su parte, los miembros del grupo parlamentario del PP en el Senado no asistieron a la Comisión y plantaron a Caldera por ‘sus constantes desplantes’ al PP y al Senado, donde no ha comparecido desde junio de 2004.
Además, la portavoz popular en el Senado, Belén María Do Campo, denunció que el ministro hace un uso ‘publicitario y propagandístico’ del Senado.
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