El verano está cada vez más cerca y los empresarios de la hostelería se las ven y se las desean para encontrar personal para restaurantes y hoteles. Se demanda un millón de trabajadores en toda España. El problema es de tal calibre, que el sector tiene que acudir a las escuelas de turismo extranjeras, especialmente de Rumania.
Un camarero típico español atiende a un cliente y le ofrece las distintas tapas de la casa, con su acento característico del país. Una denominación de origen casi en peligro de extinción. Habrá que acostumbrarse a otros acentos muy distintos. Los empresarios de hostelería cada vez lo tiene más difícil para poder encontrar mano de obra española en el periodo estival, que es cuando se duplica el número de puestos de trabajo. El presidente de la Federación valenciana de Hostelería, Juan Carlos Calavera asegura que tienen grandes dificultades para poder encontrar a los trabajadores y que el 30% de sus necesidades de trabajadores son resueltas con inmigrantes.
Los comentarios están cerrados.