El Parlamento Europeo ha pedido hoy eliminar las barreras a la libre circulación de trabajadores y derogar las restricciones que pesan sobre los ciudadanos procedentes de los nuevos países de la Unión Europea, al considerar «injustificado» el temor a una llegada masiva de «fontaneros polacos».
Tras la recomendación de la Comisión Europea de levantar las barreras a los trabajadores del Este, sólo Alemania, Francia, Italia y Austria han anunciado su intención de mantener las mismas. El Tratado permite a los Estados miembros mantener un periodo de transición de hasta siete años antes de abrir completamente su mercado laboral.
Además de referirse a la libre circulación de trabajadores como una de las cuatro libertades fundamentales del Tratado, y como una «expresión de la solidaridad» entre los 15 antiguos Estados miembros, la Resolución aprobada hoy por la Eurocámara afirma que las economías europeas precisan de mano de obra y que la migración procedente de los nuevos Estados miembros tiene «efectos beneficiosos en las economías de los Estados miembros que abrieron sus mercados laborales».
Según el texto, «mejora la competitividad de las empresas, reduce el trabajo no declarado, contribuye al aumento del nivel de crecimiento económico y a la creación de nuevos empleos, y garantiza al presupuesto del país de acogida ingresos fiscales superiores».
Los comentarios están cerrados.