El Ejecutivo alemán ha aprobado hoy una prórroga de tres años en la moratoria que impide a los ciudadanos de los nuevos socios de la UE, a excepción de Malta y Chipre, disfrutar de la libre circulación de trabajadores.
De esta manera, las fronteras de Alemania permanecerán cerradas hasta el 30 de abril de 2009 para los ciudadanos de Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Letonia, Lituania y Estonia.
La decisión alemana contrasta con las de España, Portugal y Finlandia, según las cuales a partir del 1 de mayo de 2006 sus mercados de trabajo estarán abiertos a los ciudadanos de los nuevos socios de la UE (desde el 1 de mayo de 2.004), después de una moratoria de dos años.
Por su parte, Grecia, Francia, Países Bajos y Dinamarca aún no han tomado una decisión definitiva al respecto, y Austria y Bélgica ya anunciaron que seguirían con las limitaciones.
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