Un nuevo estudio de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) reveló que la introducción de la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) para reemplazar al código de barras, aunque será un ''factor clave para la productividad de las tiendas del sector minorista, también afectará los niveles, la cantidad y la calidad del empleo''. La razón de esto es que ''reducirá la demanda de mano de obra, pues miles de empleos ya no serán indispensables para las operaciones'' de esas empresas.
La RFID -apunta la OIT- ''suena como una buena idea porque los consumidores podrán acceder a información detallada sobre sus alimentos (además del precio, el fabricante, la fecha de vencimiento y el peso) gracias a esta tecnología que utiliza microprocesadores de computadoras equipados con antenas en miniatura. Según los expertos, la RFID inundará el mercado minorista durante la próxima década, y acotan que en los ensayos pilotos (en el Grupo Metro, el cuarto mayor minorista del mundo) los costos de almacenamiento fueron reducidos 11 por ciento y las pérdidas de mercancía descendieron 18 por ciento.
Se estima, indica la OIT, que Wal-Mart, el principal minorista del mundo con la aplicación de esta tecnología, generará ahorros por unos 8 mil 350 millones de dólares anuales. No obstante su afectación al empleo, la ''RFID permitirá acelerar el pago en el punto de venta, mejorará las acciones contra los robos en las tiendas, facilitará las devoluciones y mejorará el control de abasto''.
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