El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, se opuso hoy de manera tajante a que la UE fije una jornada laboral de más de 48 horas semanales, aseguró que las 40 horas que rigen en España son "suficientes" y se negó a que los Estados miembros mantengan la posibilidad de establecer excepciones a la jornada laboral máxima, para ampliarla.
Caldera dijo que "sencillamente no" estaría dispuesto a aceptar que la propuesta que prepara la Presidencia finlandesa de la UE para alcanzar un acuerdo sobre la directiva de tiempo de trabajo incluya una prolongación de la jornada laboral de 48 horas semanales.
En la actualidad, el máximo de horas semanales en el marco de la UE es de 48 horas, pero existe una cláusula, denominada "opt-out", en virtud de la cual el trabajador puede elegir trabajar más horas.
Los ministros europeos de Trabajo negocian desde hace meses para alcanzar un acuerdo sobre la directiva del tiempo de trabajo y dentro del Consejo hay posturas diferenciadas entre quienes pretenden ampliar la jornada laboral –Reino Unido, siendo Presidencia de la UE, propuso el pasado diciembre un tope 65 horas semanales– y otros, como España, que quieren mantener las 48 horas en Europa y eliminar la cláusula de "opt-out".
"Tendré que ver la propuesta que hace la Presidencia finlandesa, cuando la vea la estudiaremos, pero España mantiene inequívocamente su posición de que tiene que desaparecer el "opt-out" sin ninguna duda, con toda la flexibilidad necesaria", afirmó Caldera.
Indicó que España acepta que el marco europeo sea de 48 horas semanales, pero apuntó que "en España tenemos 40 (horas semanales)", un "marco suficiente con la anualización de la jornada, la flexibilidad precisa y lo que no vamos a admitir es una aplicación de ese horario que es lo que en la practica supone el "opt-out"".
CONCILIACIÓN LABORAL Y FAMILIAR
Caldera hizo estas declaraciones al término de su intervención en el seminario que se desarrolló este martes en el Parlamento Europeo sobre la directiva del tiempo de trabajo y la conciliación de la vida laboral y familiar.
El ministro defendió que la futura ley comunitaria debe "preservar la salud, la seguridad y la conciliación" de los trabajadores y apuntó que España quiere que ésta "garantice la desaparición" de la posibilidad de que los empleados incrementen su jornada laboral.
Caldera indicó que la oposición del Gobierno particularmente a que el hecho de que un trabajador se acoja a la cláusula del "opt-out" se debe a "razones subjetivas" y consideró que "un trabajador no puede decidir por sí mismo la ampliación de su jornada" por este tipo de razones porque "atenta contra la libertad individual".
En lugar de ampliar la jornada laboral, Caldera se refirió a aumentar "la calidad el empleo y la competitividad y no las horas".
El ministro presentó en el seminario las leyes de Igualdad y de Dependencia que se tramitan en las Cortes como dos ejemplos de mejora de las condiciones laborales de hombres y también de mujeres. La primera, dijo, busca "hacer desaparecer la discriminación directa o indirecta que impide la plena consecución de la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos".
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