El ministro de Interior británico, John Reid, ha anunciado que se limitarán los derechos de trabajo de los ciudadanos búlgaros y rumanos en Reino Unido una vez que estos dos países entren en la Unión Europea el próximo 1 de enero. El único tipo de trabajo no cualificado que se permitirá será en la agricultura y en la industria alimentaria.
Estos países ingresarán en la Unión Europea el 1 de enero y lo que quiere Reid es evitar una entrada en masa de inmigrantes tal y como sucedió con los ocho estados ex comunistas que ingresaron en la UE en 2.004.
En la actualidad pueden trabajar en el Reino Unido las personas de estos ocho estados que cotizan como autónomas, inmigrantes con elevados nivel de educación, inmigrantes con educación media y con permisos de trabajo, estudiantes y trabajadores de la industria alimentaria y agricultura.
Las leyes europeas permiten a rumanos y búlgaros vivir libremente en el Reino Unido y trabajar como autónomos. Los críticos del Gobierno consideran que estos planes no pueden funcionar. En el año 2004, el Ministerio del Interior esperaba la llegada de 15.000 inmigrantes al año de los ocho países ex comunistas que se unieron a la UE, pero en dos años llegaron 600.000, una cifra muy por encima de las expectativas previstas.
El ministro Reid presentó ayer un comunicado escrito ante el Parlamento en el que indicó que la política de puertas abiertas ha sido un éxito porque ha permitido que los inmigrantes cubrieran puestos de trabajo que estaban vacantes, pero reconoció que algunas escuelas han tenido que afrontar 'un aumento significativo' en el número de alumnos y que no ha habido suficientes casas de protección oficial para ofrecer a las personas que lo necesitan.
La política para Bulgaria y Rumanía va a revisarse de forma anual y desde el Gobierno se asegura que se va a escuchar a los empresarios y a los representantes de la industria de distintos sectores para ver si se necesitan más trabajadores.
El responsable de Interior del partido conservador, David Davis, describió el hecho de que cualquier persona de Rumanía o Bulgaria pueda trabajar en el Reino Unido si cotizan como autónomos como algo que supone 'un gran vacío legal'. Asimismo mostró su preocupación por la posibilidad de que estas personas trabajen en el mercado negro y no paguen impuestos.
Por su parte, el responsable de Interior del partido liberaldemócrata, Nick Clegg, dijo que 'existe una gran preocupación sobre como se va a poner en la práctica estas medidas'.
En declaraciones a la BBC la ministra búlgara, Meglena Kuneva, predijo que 36.000 ciudadanos de este país querrán trasladarse a vivir al Reino Unido. La ministra calificó la anterior política británica como 'valiente' a la vez que lamentó que no se haya podido mantener para los ciudadanos búlgaros.
Raduta Matache, embajador rumano en el Reino Unido, indicó, sin embargo, que las restricciones son 'más generosas' de lo que esperaban en un principio.
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