Cerca de 120.000 trabajadores de las cajas de ahorros españolas están llamados a las elecciones sindicales, que se celebrarán el próximo miércoles, para designar a los 3.000 delegados que representarán a los empleados del sector por un periodo de cuatro años.
La conciliación entre la vida laboral y la familiar -con la reivindicación de que no se trabaje el jueves por la tarde-, la mejora de las carreras profesionales y un aumento en los salarios de los empleados son los principales puntos sobre los que los sindicatos han centrado sus campañas.
El sindicato CCOO, que representa actualmente al 38 por ciento de estos trabajadores, ha asegurado que propondrá, en las negociaciones que sobre el convenio colectivo del sector para 2007 comenzarán en enero, el cierre total de las entidades los jueves por las tarde, como ya hacen algunas cajas, principalmente andaluzas.
Comisiones Obreras también reivindica una mejora en las carreras profesionales, con especial atención a los trabajadores más jóvenes, ya que el 40 por ciento de las plantillas de las cajas de ahorro no trabajaba para ellas hace tan sólo ocho años, según destacaron a EFE fuentes sindicales.
Una mejora de los salarios, "tras los beneficios sostenidos" que han logrado las cajas los últimos años, y el mantenimiento del estatus jurídico y la independencia de gestión de estas entidades, también son reivindicaciones destacadas del CCOO.
Por su parte, UGT, que representa al 23 por ciento del sector, aspira a lograr jornadas de 35 horas semanales de trabajo, para lo que también demanda que se supriman las tardes de los jueves del horario laboral, al tiempo que considera necesario que se haga partícipe a los empleados de las cajas, "con una paga más", de los beneficios que logran éstas.
Este "reconocimiento" a su contribución a los resultados de las cajas "supondría romper la actual política de ahorrar en costes de personal, mientras suben las retribuciones de los equipos directivos", esgrime el sindicato, que también demanda cuatro semanas de permiso paternal.
Además, la Confederación Sindical de Cajas de Ahorro (CSICA), que hace cuatro años contó con el apoyo del 14 por ciento de los trabajadores que acudieron a las urnas, demanda, entre otras reivindicaciones, que se considere el atraco a una sucursal como un riesgo laboral.
Tras estas elecciones, que en algunas entidades relevantes como las vascas se celebran una semana después, en enero se comenzará a debatir el nuevo convenio, cuya mesa negociadora se constituirá previsiblemente a mediados de febrero.
Para tener representación en la mesa negociadora del convenio de cajas, que se reunirá con la patronal del sector ACARL y estará compuesta por quince miembros, es necesario alcanzar al menos el 10 por ciento de los votos a nivel nacional o el 15 por ciento en una comunidad autónoma.
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