Recurren a trabajadores lusos ante el auge de la obra civil y el problema de relevo generacional en el sector con la prejubilación de 600 operarios al año La actividad está en crisis en el país vecino y hay «mucha población inactiva»
Los constructores asturianos han pedido a sus homólogos portugueses que envíen mano de obra cualificada a la región para cubrir la falta de profesionales en el sector. La Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), que preside Serafín Abilio Martínez, hizo esta invitación, el pasado día 7, en el 'Encuentro Interempresarial Ibérico de la Construcción', que se celebró en el país luso.
Allí, la patronal volvió a poner de manifiesto el problema de relevo generacional que se avecina, ya que, según sus propios cálculos, en los próximos ejercicios se prejubilarán una media de 600 trabajadores al año. Ante esta circunstancia, el sector, con casi 50.000 afiliados, va a requerir personal para cubrir puestos de oficiales y mandos intermedios (capataces y encargados de obra); esto decir, profesionales que ahora tienen en torno a 50 años.
En declaraciones a EL COMERCIO, el vicepresidente de la CAC y de la Fundación Laboral de la Construcción del Principado, Manuel Amaro Martínez, añade que, a este problema de relevo generacional, se suma el hecho de que «las perspectivas de trabajo van a crecer, tanto en la rama privada como pública». Por eso, insiste en que el sector necesita «un verdadero plan de choque».
La patronal ya ha empezado a tomar medidas y está decidida a «echar mano tanto de los recursos internos como de los externos». En este objetivo de captar mano de obra cualificada del exterior, la CAC ha decidido recurrir a Portugal por varias razones: «por proximidad geográfica, por similitud de lengua y, sobre todo, porque, en estos momentos, el país luso atraviesa un momento de crisis en lo que respecta a la inversión en la construcción». Por este motivo, en Portugal, ahora hay «una gran mano de obra inactiva».
Los constructores asturianos quieren aprovecharla y, para ello, han pedido a sus homólogos del país vecino que envíen a sus operarios al Principado para trabajar. Lo harán bajo la figura de la subcontratación y «bajo el más estricto control de la legalidad vigente», subraya Amaro. «No hacemos esa petición buscando algún tipo de subterfugio o beneficio en el coste que, de alguna forma, tenga algún viso de ilegalidad», insiste.
En este sentido, tanto UGT como Comisiones Obreras apuntan que la presencia de profesionales portugueses debe estar «clarificada legalmente». Explican que «si vienen a la región por existir contratos con empresas lusas, los salarios se abonarán según la legislación del país vecino». En cambio, «si están contratados por compañías asturianas, se tendrán que cumplir todos los derechos laborales que existen en el Principado». Los sindicatos hacen esta advertencia porque han detectado que la contratación laboral no se ajusta a la normativa en dos obras de la región en las que trabajan portugueses.
De momento y, según fuentes sindicales, ya se han empezado a dar algunos pasos para la contratación de mano de obra cualificada lusa: la Delegación de Gobierno en Asturias y la Dirección General de Trabajo del Principado han abierto expedientes informativos para cuantificar el número de portugueses que tienen carta de trabajo en Asturias.
La iniciativa de la CAC se esperaba en el sector, puesto que el presidente de la patronal, Serafín Abilio Martínez, ya advirtió el pasado mes de abril de la falta de mano de obra cualificada para hacer frente a las 600 prejubilaciones anuales. En aquel momento, recordó que el sector está abriendo vías para atraer a los trabajadores a la construcción. «Lo hemos intentado con jóvenes y mujeres, pero sin mucho éxito», explicaba. Lo paradójico es que en las listas del paro hay 50.000 desocupados, de los que entre 15.000 y 20.000 «no son estructurales».
El presidente de la CAC dejó claro que preferiría cubrir las necesidades de empleo en la construcción con trabajadores asturianos antes que tener que recurrir a mano de obra extranjera, pero si la tendencia no se invierte, «vamos a tener que dar paso a la inmigración». Parece que ese momento ya ha llegado.
Incentivos a la formación
No obstante, la captación de mano de obra portuguesa no es el único recurso al que se va a recurrir para suplir la falta de profesionales cualificados en Asturias. Según los datos de la propia patronal, para cubrir todo el abanico de oficios que se requieren, hace falta que, al año, se formen 1.000 jóvenes. Para ello, la Fundación Laboral de la Construcción ha puesto en marcha el 'Plan de Incentivos Económicos Extraordinarios 2006-2008'.
Se trata de una iniciativa pionera en España que apuesta por apoyar económicamente, durante el periodo de formación, a los alumnos procedentes del desempleo, a los alumnos de formación reglada y a los trabajadores y a las empresas, en el caso de la formación continua. El presupuesto para 2006 es de 1.405.000 euros. Dentro de este proyecto, el vicepresidente de la CAC y de la propia Fundación Laboral de la Construcción, Manuel Amaro Martínez, destaca, especialmente, el impulso a la formación continua para «promocionar a nuestros trabajadores hacia cualificaciones superiores».
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