Las bajas laborales por enfermedad le costarán a las empresas españolas unos 1.300 millones de euros este año. Mientras que el número de accidentes laborales, sobre todo los graves, va reduciéndose poco a poco, las contingencias comunes, como las gripes, los ataques de estrés y los dolores de espalda aumentan cada año. La mayor parte de estos procesos salen muy baratos a la Seguridad Social, ya que la mayoría, el 61% del total, no supera los 15 días, por lo que los empresarios se hacen cargo de la parte de los salarios a pagar durante la baja.
SEGUIMIENTO COMPARTIDO
La Seguridad Social lleva años intentando frenar la sangría económica que suponen la incapacidad laboral transitoria, las bajas por enfermedades comunes. De hecho, el control del gasto que la Administración central realiza conjuntamente con las comunidades autónomas ha permitido que el crecimiento de estas partidas –medido en periodos que van de agosto sobre agosto– pase del 13% en el 2004 al 10,58% en el 2005 y al 5,45% en el 2006.
Esto supone una importante contención de costes, pese a que esta riada de bajas por enfermedad ha obligado al Seguro a destinar 1.904,99 millones de euros entre agosto del 2005 y agosto del 2006, cien millones más que el año anterior y casi 400 más de los que desembolsó en el ejercicio del 2003.
El director general del Instituto Nacional de la Seguridad Social, Fidel Farreras, está convencido de que estos aumentos responden a factores "endógenos" inevitables, como la mejora de las bases de cotización y el incremento del número de trabajadores que cotizan en el sistema público; así como a factores exógenos, como el envejecimiento de la población.
PROCESOS MÁS LARGOS
Pero lo cierto es que, según las estadísticas de la Seguridad Social, la duración media de estas bajas por enfermedad no para de crecer y ha pasado de los 43,89 días que se registraban en el 2005 a casi 48 días en agosto del 2006. El número de procesos que se inician cada mes supone que 30 trabajadores de cada 1.000 inician los trámites de la baja.
Pero, como todas las estadísticas, ésta tampoco refleja la realidad completa del mundo sanitario/laboral. Ferreras reconoce que las incapacidades más frecuentes se producen como resultado de enfermedades tipo vértigo, estrés, trastornos en las articulaciones, lesiones cervicales y de espalda, tendinitis, amigdalitis, resfriados, gripes, gastroenteritis y otras infecciones corrientes. Y estas bajas tienen una duración que ronda la semana, por lo que corren a cuenta de las empresas.
CAMBIOS EN LA NORMATIVA
Hasta principios de la década de los 90, las empresas se hacían cargo de los costes salariales de los tres primeros días de baja, pero el Gobierno introdujo algunos cambios en el sistema para que las empresas se implicaran más en el control de las bajas y aumentó el plazo hasta 15 días. Durante este tiempo, los empresarios abonan el 65% del salario, aunque muchos convenios han aumentado este porcentaje hasta el 100%.
Los pagos que deben afrontar las empresas representan un 35% añadido a los 3.700 millones de euros que le costarán este año las bajas al INSS y a las mutuas (1.800 millones), éstas últimas responsables del 51% de los trabajadores (9,8 millones de empleados y autónomos).
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