La Unión Europea debe promover un aumento de su productividad y una mayor utilización del sector trabajo para alcanzar la renta per capita de Estados Unidos, según ha dicho el catedrático de economía aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos, Fernando Becker.
Este experto, quien presentó ayer su último libro "¿Es la productividad un problema?", editado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), señaló que, aunque no se puede medir en términos macroeconómicos, la productividad tiene que ver directamente con el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos.
"Europa se ha ido quedando retrasada en relación con Estados Unidos", explicó Becker, al indicar que en los estudios recogidos en su libro se pone de manifiesto una tendencia comparativa de pérdida de productividad europea desde 1995.
Tras analizar las diferencias entre ambas zonas, advirtió de que es necesario formular medidas para mejorar la productividad, tales como la incorporación de una mayor fuerza de trabajo al mercado laboral y se refirió especialmente a la integración laboral de la mujer.
Además, sugirió que se deben mejorar las infraestructuras y sacar mayores ventajas a las tecnologías de la información y la comunicación (tic), e insistió en la importancia que representa la formación del capital humano como recurso productivo.
Becker afirmó que la productividad "no es el único factor", pero sí es "condición necesaria" para resolver los principales problemas de la economía europea.
Según el análisis de este catedrático, que comprende el periodo 1970-2003, algunos de los elementos que han restado productividad a Europa se refieren a que en este continente trabajan menos personas (tasa de ocupación menor) y lo hacen menos horas.
Consideró que existe una "mayor rigidez" en el mercado laboral y sobreviven "muchos recursos ociosos", como las mujeres que no han ingresado al mundo laboral y las personas mayores que dejan sus puestos aún cuando pueden seguir produciendo.
Asimismo, señaló que en la UE aún existe una baja movilidad de los trabajadores y puso de manifiesto la falta de incentivos fiscales para aquellos que deseen trabajar un mayor número de horas.
Para Becker, "no estamos ante una perspectiva negativa a futuro", sino que se puede ver con "entusiasmo" la entrada en la UE de una nueva fuerza laboral (como los inmigrantes), por lo que consideró que es necesario "retener el talento en las empresas" e invertir en desarrollo tecnológico.
Aconsejó eliminar las "cargas sociales" que las empresas tienen en comparación con otras economías como la norteamericana, y se refirió específicamente a la gran responsabilidad sobre la Seguridad Social del trabajador que tiene el sector privado en la mayoría de los países europeos.
A tono con las políticas que Becker considera han sido las más "adecuadas" para el desarrollo de la región, explicó que la privatización "no es suficiente" para avanzar en la competitividad empresarial, sino que se debe avanzar hacia una mayor desregularización en los sectores.
A la presentación del libro también asistieron el director general de Caja España, José Ignacio Lagartos; el presidente del IEE, Arturo Gil, y el director general del IEE, Juan Irianzo.
El director general de Caja España reflexionó sobre la necesidad de "invertir en la sociedad del conocimiento", y recordó que gran parte de la mejora de la productividad en países como España se debe especialmente a los inmigrantes.
Irianzo explicó que muchas de las medidas que Becker propone en su libro ya se habían predicado en el seno de instituciones como el IEE desde mediados de los 80, y aseguró que la productividad sigue siendo un "asunto clave", ya que influye notoriamente en la competitividad de una economía.
Gil, encargado de presentar las conclusiones del encuentro, indicó que la dificultad que tienen los economistas para medir con indicadores generales la productividad, hace que el camino para mejorarla sea trabajar en ella a nivel de empresas y sectores.
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