Crece la petición de créditos e hipotecas. Y es que con los tiempos que corren hay que dar las gracias por formar parte de la generación de los mil euristas. El tema de la precariedad de salarios parece que cobra fuerza cuanto más cerca están las fiestas navideñas, época en la que las cuentas bancarias sufren un varapalo importante. Claro, si es que se puede.
Una situación que se agrava aún más en el caso de Galicia. Según un informe hecho publico por la CIG, y elaborado en base a datos de la Agencia Tributaria, el 27 por ciento de los empleados gallegos no llegó al salario mínimo interprofesional en 2005 y sólo seis de cada 1.000 asalariados lo multiplicaron por diez. Así, el documento se presenta revelador. En su análisis de la evolución salarial entre 2000 y 2005, la Confederación Intersindical Gallega señala que los sueldos de la región se mantienen siete puntos por debajo de la media estatal, 14.886 euros frente a 16.017 del conjunto nacional.
La otra cara de la moneda tiene como protagonista al País Vasco, que supera en 53 puntos los índices estatales, y que encabeza así un ranking en el que la Comunidad gallega ocupa el décimo puesto. Capítulo a parte merece Extremadura, con 24 puntos por debajo de la media.
Como positivo destaca que el crecimiento porcentual de las retribuciones en Galicia supera, con un 21,74 por ciento, al 20,62 del conjunto de las autonomías. No obstante, en ambos casos, las subidas salariales no han podido igualarse al crecimiento del IPC, situado en un 22 por ciento en el primer quinquenio del siglo XXI.
Y si en el año 2000 eran 29 de cada cien gallegos los que no pasaban el umbral del salario mínimo establecido por Ley, el porcentaje actual revela que sólo un 27,2 por ciento del 1.063.340 asalariados se encuentran en esta situación. Si bien es cierto, en cuanto a aquellos que sí lo superan el panorama no pinta más alentador. Un 60,8 por ciento de los trabajadores obtuvieron ingresos inferiores a la media autonómica, con 10.424 euros anuales. Sueldos congelados que afectan hasta a las rentas más altas. Así, aquellos que multiplican por diez el SMI no aumentan el porcentaje del 0,6 por ciento detectado hace cinco años, y del que tan sólo un 10 por ciento son mujeres. A pesar de ello, las 5.966 personas que englosan las listas de estas retribuciones triplican el sueldo del conjunto de los 160.160 asalariados con las más bajas.
Atendiendo a la evolución por sectores, el energético pasa a encabezar el ranking, con un salario medio de 32.836 euros, seguido por las entidades financieras que, con el menor incremento de media, alcanza los 27.481 euros.
Por contra, los trabajadores de la hostelería y la restauración, despuntan entre los más vulnerables con un sueldo de 6.945 euros, un 46,7 por ciento de la media autonómica. Además, las diferencias han aumentado en el último lustro, ya que la que había en el año 2000 entre los mayores y los menores ingresos era de 169,7 puntos, cuatro menos que en 2005, con el agravante, según la CIG, de que el aumento se debe a que los más altos crecieron y los más bajos se mantuvieron.
Asimismo, el informe revela que hasta los 35 años no se alcanza el salario medio, frente a los gallegos entre los 56 y los 65 años con ingresos equivalentes al 135,7 por ciento. En cuanto a las diferencias por sexo se incrementan. Si en el 2000 la diferencia entre el salario de una mujer y un hombre era del 26,1 por ciento, en 2005 las gallegas cobraron un 27 por ciento menos.
Los comentarios están cerrados.