El sector industrial español ha absorbido favorablemente el primer choque de la globalización con una creación neta de 53.300 puestos de trabajo (un 1,8%) en el período 2003-2006, según publica Caixa Catalunya en su último informe semestral sobre la economía española.
El informe destaca que 'estos positivos resultados se han dado en unos años caracterizados por el intenso impacto de las deslocalizaciones'.
El estudio pone de manifiesto 'la existencia de una industria de dos velocidades, una que incluye a los sectores más tradicionales y que está acabando el proceso de reconversión y otra que, por el contrario, continúa creciendo con intensidad'.
Las pérdidas de ocupación industrial entre 2003 y 2006 han sido de 178.500 empleos y se concentran en un determinado número de industrias.
Entre ellas destacan la industria del mueble, con una destrucción de 44.600 empleos, y la de confección, que pierde 42.800 ocupados, por lo que ambas acaparan prácticamente la mitad (un 49%) de la destrucción de empleo industrial en estos años.
Otros segmentos de actividad que han sufrido una caída de la ocupación relativamente importante en estos años han sido el del cuero (-25.600), los sectores auxiliares de la industria del material de transporte (-22.700) y el del caucho (-17.400 empleos), sectores responsables del 38,4% de la pérdida de puestos de trabajo industriales entre 2003 y 2006.
Finalmente, con una caída de ocupación de magnitud relativamente inferior se encuentran las industrias de la electrónica (-17.100 empleos) y de la madera (-4.600 empleos).
Pero, paralelamente, en el período 2003-2006 se ha observado una consolidación de un gran número de sectores industriales que en su conjunto han ganado ocupación y han creado 231.800 empleos, superando la pérdida de los sectores en crisis.
Estas ganancias de ocupación han estado lideradas por cuatro ramas de actividad que explican cerca del 80% (en concreto un 78,1%) de la creación de empleo del período.
En primer lugar, y a considerable distancia del resto, destaca el sector de productos metálicos, que ha creado 56.800 puestos de trabajo (un 24,5% del total), seguido por la industria de alimentos, con 41.200 nuevos ocupados (aportación del 17,8%), la maquinaria, con una generación de 30.400 puestos de trabajo (13,1% del total), la edificación, con 29.000 nuevos empleos (aportación del 12,5%) y, finalmente, la industria textil, que registra una creación de 23.700 empleos (10,2% del total).
Otras diez actividades realizan aportaciones menores a la generación de puestos de trabajo del período: equipos de precisión (+14.900), industria química (+8.000), industria tabaquera (+6.300), maquinaria eléctrica (+5.200), otros productos no metálicos (+4.600), papel (+4.200), coquerías (+2.200), otro material de transporte (+2.100), metalurgia (+2.000) y maquinaria de oficina (+1.100).
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