La fuerte creación de empleo y la caída del paro han frenado la proporción de jóvenes residentes en España que opta por continuar con su formación, según recoge Caixa Catalunya en su último “Informe sobre el consumo y la economía familiar”.
Prueba de ello, es que el índice de escolarización (porcentaje de población que realiza estudios reglados) de los ciudadanos de 16 a 25 años se ha reducido en 1,7 puntos en los últimos años, al pasar del 46,8% de 1995, al 45,1% de 2006.
El informe desvela que las comunidades con bajos niveles relativos de escolarización fueron aquéllas que con mayor ritmo de contratación laboral en la etapa de expansión analizada. Cinco de las seis autonomías que durante el año pasado exhibieron índices de escolarización de los jóvenes de 16 a 18 años inferiores a la media española, situada en el 76%, se caracterizaron por un crecimiento del empleo superior al promedio estatal, del 57,6%.
Así, Baleares lideró la nueva ocupación, con un avance del 89,2%. También Murcia, con el 76,5%; Andalucía, con el 70,7%; Comunidad Valenciana, con el 68,4%; y Castilla-La Mancha, con el 57,8%, superaron la media, mientras que Cataluña, con un 57,3% fue la única excepción.
Por el contrario, las comunidades del norte registraron los niveles más elevados de escolaridad de los 16 a los 18 años junto con un crecimiento moderado de la ocupación. El País Vasco encabezó la lista, al conseguir que casi 92 jóvenes de cada 100 prosiguieran sus estudios. A continuación estuvieron Cantabria, con el 89,5%; Navarra, con el 88,5%; Asturias, con el 86,6%; Castilla y León, con el 84,4%; y Galicia, con el 81,6%.
Precisamente esta última comunidad, en relación con el empleo, resultó la menos dinámica al experimentar un crecimiento del 19,8%. Con valores menos extremos estuvieron Castilla y León, con el 32,4%; Asturias, con el 32,8%; País Vasco, con el 39,5%; Navarra, con el 47,1%; y Cantabria, con el 53,5%. Situación similar vivieron Aragón, con una tasa de escolaridad del 78,4% y un aumento del empleo del 40,1%; y Extremadura, con 76,4 y 39,3%.
No obstante, el informe también recoge excepciones a esa relación inversa entre la escolarización y el incremento de las colocaciones. La Rioja, Canarias y Madrid mostraron en 2006 que un 77,6%, un 77,3% y un 76,5% de sus jóvenes continuaron con sus estudios.
Paralelamente estas comunidades fueron muy dinámicas en creación de puestos de trabajo entre 1995 y 2006, con unos porcentajes del 63,6%, del 80,2%, y del 75%. La fuerte caída experimentada por los estudiantes madrileños (siete puntos desde 1995) y La Rioja (cuatro puntos) indica que en estos casos la buena situación del mercado laboral inclinó a los jóvenes a iniciar su vida profesional ante la disyuntiva de trabajar o seguir con sus clases.
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