El titular de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, se mostró este viernes visiblemente satisfecho por la evolución del mercado laboral en 2006. Aseguró que los resultados de la EPA “son los mejores de Europa” y se apresuró a pronosticar una tasa de paro para 2007 cercana al 7%. Mientras tanto, CEOE y los sindicatos se inclinaron por hacer evaluaciones prudentes. A su juicio, sobre el futuro planean incertidumbres. Como prueba de sus temores resaltaron que los datos de 2006 son peores que los correspondientes al 2005.
Para Caldera “las cosas continuarán bien”. Destacó que el ritmo de creación de colocaciones es fuerte, que la tasa de empleo llega al 66,2% y que, entre los nuevos contratos, predominan los indefinidos. En su opinión, España se acerca muy deprisa al pleno empleo, es decir, a la existencia de un paro residual que afecte exclusivamente al 5% de la población activa.
“Desaceleración”
La patronal y CCOO hablaron de “desaceleración” y subrayó que el aumento de la ocupación no compensó el incremento de la población activa. En consecuencia, el número de parados aumentó en 45.600 personas en el cuarto trimestre de 2006 con respecto al anterior.
El sindicato lamentó que la base del crecimiento de la economía española sea la construcción y los servicios, generadores de empleos “poco cualificados e inseguros”. Alertó de que si cae el consumo interno, el mercado laboral empeorará e instó al Gobierno a cambiar “con urgencia” el actual modelo productivo y realizar inversiones de valor añadido que permitan a las empresas ganar en competitividad y a los trabajadores colocaciones de calidad.
Compás de espera
UGT llamó la atención porque “persiste la segmentación”. Apuntó que hay más paro femenino que masculino, con mayor repercusión entre los inmigrantes, a la vez que permanecen las dificultades para que los jóvenes puedan acceder a un puesto de trabajo. “Además, nuestra tasa de temporalidad continúa distanciándonos de Europa”, concluyó.
No obstante, tanto el Gobierno como los agentes sociales esperan que los efectos de la última reforma laboral consensuada se intensifiquen en los próximos meses porque “está dando sus frutos y ha permitido el descenso, en casi ocho décimas, de la tasa de temporalidad”.
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