Bazares, locutorios, restaurantes chinos, 'kebabs'… Son sólo algunos de los negocios que regentan extranjeros afincados en la provincia. En Badajoz, 826 inmigrantes han apostado por el autoempleo como fórmula para mejorar sus condiciones de vida. Cansados de trabajos poco cualificados y de percibir salarios demasiado bajos, cada vez son más los inmigrantes que se aventuran a poner en marcha su propia empresa.
Un informe elaborado por el Centro Andaluz de Emprendedores concluye que Badajoz es terreno fértil para los empresarios foráneos. Las regiones fronterizas y las turísticas son las áreas con mayor incidencia del autoempleo entre la población de origen extranjero. Con un 13%, Badajoz es la quinta provincia con mayor número de empresarios y trabajadores autónomos no nacionales. Por delante se encuentran Tenerife (15,3%), Guipúzcoa (15%), Baleares (14%), y Málaga (14%). En el lado opuesto figuran provincias como Lérida (3,2%), Murcia (2,8%) y La Rioja (2,8%).
La Secretaría de Acción Social y Emigración de UGT-Extremadura desarrolla desde hace un año una importante apuesta por fomentar el autoempleo entre la población inmigrante. El sindicato trabaja actualmente en 15 iniciativas en los sectores de hostelería, mecánica, construcción y servicios a la agricultura. Los promotores de estas iniciativas proceden de países como Honduras, Colombia, Brasil, Bolivia, Ecuador, Nigeria y Kenya. Algunos de estos proyectos se pondrán en marcha en las comarcas de Mérida y Vegas Altas.
La Secretaría de Acción Social de UGT recibe la colaboración de otras entidades públicas, como ayuntamientos y agentes de desarrollo local, además de entidades privadas relacionadas con el empleo, con las que coordina actuaciones encaminadas a fomentar el espíritu emprendedor. Organismos como la Cámara de Comercio o la Universidad de Extremadura ponen a disposición sus conocimientos para la elaboración del plan de empresa de aquellos inmigrantes que lo soliciten.El sindicato también intenta reforzar el tejido asociativo entre los inmigrantes. «Se trata de crear un espacio estable de participación real en la sociedad de acogida», apunta Jairo Mejía, coordinador del programa de UGT. En cuanto a las posibilidades de autoempleo que existen en la provincia, Mejía considera que «los inmigrantes están convencidos de que deben poner sus capacidades al servicio de ellos mismos y del desarrollo de la región».
Por otro lado, Jairo afirma que muchas mujeres inmigrantes se cansan de trabajar como internas y optan por el autoempleo, ya que un buen número cuenta cualificación profesional. Sin embargo, el 69% de los extranjeros de la provincia que se han dado de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) durante 2006 son varones, según estadísticas de la Seguridad Social.
Líneas de financiación
No son pocos los escollos que han de superar los extranjeros que quieren montar su negocio: además de inconvenientes como las diferencias culturales o idiomáticas, tienen que superar importantes problemas de financiación. Una fórmula para obtener recursos económicos cómodamente son los microcréditos: operaciones de préstamo de pequeña cuantía dirigidas a financiar proyectos de autoocupación por personas que normalmente no son respaldadas por las entidades financieras. Sin embargo, en Extremadura no existe una demanda importante de este tipo de préstamos, «en parte porque no se conocen», indican desde UGT. Según datos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), de 2002 a 2004 sólo se solicitaron dos operaciones de microcrédito por un importe que no superó los 4.000 euros, lo que nos sitúa entre las comunidades con menor porcentaje de microcréditos concedidos, por delante sólo de Ceuta y Melilla.
Por su parte, la Junta y el INEM ofrecen subvenciones de 3.000 euros para aquellos desempleados que quieran iniciar una actividad laboral como trabajador autónomo, y de hasta 7.800 euros para aquellos inmigrantes que decidan constituir una sociedad laboral o cooperativa. También conceden subvenciones otras entidades públicas como los ayuntamientos. Don Benito es un ejemplo. El consistorio ofrece ayudas de hasta 6.000 euros a los emprendedores que quieran instalar un negocio en la localidad.
Salir de la marginación
Uno de los proyectos empresariales más ambiciosos desde el punto de vista social se pondrá en marcha precisamente allí. La promotora es Solomita Farias Milhomen, una inmigrante brasileña que reside en la localidad desde hace siete años. Solomita ha planificado dos iniciativas empresariales a través de UGT y de la asociación de inmigrantes de Don Benito. Gracias a su asesoramiento intentará que otras mujeres brasileñas abandonen el mundo de la prostitución. «Me gustaría abrir un restaurante multicultural en pocos meses». Además de este proyecto, Solomita se ha propuesto crear un grupo de baile de folklore brasileño formado por otras compatriotas que se encuentran en situaciones de marginalidad.
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