«El recambio profesional en los hospitales y centros de salud de Galicia no está garantizado y, mientras así sea, el sistema sanitario peligra». Quien se expresa con tal contundencia es el presidente del Consello Galego de Colexios Médicos, Luis Campo, que viste su afirmación con datos igual de duros: de los casi 10.500 médicos en activo colegiados en la comunidad, 3.300 entrarán en los próximos diez años en edad de jubilación. Y eso son uno de cada tres doctores, una proporción que rebaja sustancialmente el decano de la Facultad de Medicina de Santiago, José María Fraga, que asegura que en un decenio pasarán a cobrar la pensión en Galicia 1.700 facultativos.
Sean 1.700 o 3.300, el problema es considerado por los gestores del Servicio Galego de Saúde (Sergas) «uno de los mayores retos para la sanidad en los próximos años». Tanto es así que el director de Planificación del Sergas se ha pasado los últimos días reunido en Madrid con sus colegas de otras comunidades para hacer que la amenaza no se convierta en desastre, como se teme el presidente de los colegios médicos de Galicia. «No es sólo que se jubilen 3.300 en diez años. Eso es únicamente la punta del iceberg. Lo vamos a ver ya en dos o tres años, hacia el 2010, porque muchos doctores cumplirán los 55 años, edad a partir de la cual pueden renunciar a hacer guardias, y eso va a generar problemas muy graves que, junto a la jubilación de profesionales, van a hacer peligrar el sistema sanitario».
Se van al extranjero
De distinta opinión es el decano de Medicina de Santiago, que puntualiza que la mayoría de los facultativos «se están jubilando a los 70 y no los 65». «Eso da un margen mayor para actuar. El problema no es tanto que falten médicos como que el sistema durante tiempo no creó las plazas para los que había, algo que se está corrigiendo ahora con un aumento de las plazas. Porque médicos hay. En los próximos diez años nosotros vamos a formar entre 3.000 y 4.500», explica.
La cuestión que surge ineludiblemente es dónde están entonces todos esos doctores que salen de la Facultad de Medicina de Santiago. Y la respuesta es coral. Coinciden en ella el presidente de los colegios médicos, dirigentes del Sergas, el decano de Medicina y los portavoces de los colectivos de profesionales contactados: «Se han marchado al extranjero o a otras comunidades». «En cinco o seis años vamos a empezar a vivir una jubilación masiva y nos encontramos con que los médicos que deberían dar el relevo han emigrado a Portugal, al Reino Unido, a los Países Bajos o a los nórdicos, en busca de las condiciones retributivas y de estabilidad laboral que el sistema gallego les negó», afirma Manuel Martín, doctor y miembro de la Plataforma de Defensa de la Sanidad Pública.
Diferencias salariales
De ahí que sólo en Portugal haya 880 médicos formados por la Facultad de Medicina de Santiago. «Son tantos como los que formamos en cuatro años», compara el decano del centro. Y lo mismo que en Portugal sucede en los países nórdicos, donde los médicos gallegos son tantos que disponen de su propia asociación. O en Inglaterra, que ficha para sus hospitales a los mejores galenos que hornean las facultades españolas. «Y luego hay otros muchos que se van a otras comunidades, en las que el salario y las condiciones de estabilidad laboral son mejores», denuncia por su parte el presidente de los colegios médicos gallegos.
En la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos disponen de datos que corroboran este desequilibrio salarial entre territorios. Como el 40% de diferencia que hay entre los 32.222 euros anuales que se embolsa un especialista que trabaja en Galicia sin exclusividad y los 45.000 que se llevaría a casa si ejerciese por ejemplo en Murcia.
Y más redondas aún le saldrían las cuentas si emigrase a Inglaterra, donde les pagan de media a los doctores 160.000 euros, suficientes como para que los gallegos prefieran aguardar la jubilación en tierras británicas.
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