El 38% de los 465.300 nuevos ocupados son extranjeros, según los datos del CTESC
El crecimiento económico de los últimos años en Cataluña no puede explicarse sin aludir al fenómeno migratorio, y el peso de la inmigración es igualmente fundamental en la evolución del mercado laboral. El Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña (CTESC) asegura que la práctica totalidad de la nueva población potencialmente activa -431.700 personas entre 2001 y 2005- es inmigrante. Y el 38% de los nuevos ocupados (465.300 personas en el mismo periodo) son extranjeros.
La economía catalana hubiera retrocedido en la última década de no ser por la incorporación de inmigrantes. La influencia de la inmigración se advierte especialmente en la población y el mercado de trabajo. El CTESC -organismo consultivo de la Generalitat en el que figuran patronales y centrales sindicales-, en un análisis de la encuesta de población activa (EPA) desde 2001 a 2005, asegura que los extranjeros suponen el 87% de los nuevos catalanes: en los últimos cinco años la población ha aumentado en 545.000 personas, de las que 475.000 son extranjeros. El número de residentes de nacionalidad extranjera roza los 800.000, el 11,4% de los habitantes de Cataluña. El CTESC considera, además, que la llegada de extranjeros ha contribuido a rejuvenecer la población, tras la drástica reducción de las tasas de natalidad registradas en la década de 1980.
Estas cifras tienen una traslación directa en el mercado de trabajo. La población potencialmente activa -personas ocupadas y desocupadas de más de 16 años e inactivas- se ha incrementado en 431.700 personas entre 2001 y 2005: el 99,8% de ese aumento se lo anota el fenómeno migratorio. El número de ocupados -esto es, las personas que han trabajado por cuenta propia o ajena con retribución salarial- aumentó en el mismo periodo en 465.300 personas, de las que el 38% son inmigrantes. El dinamismo del mercado laboral "no hubiera sido posible sin la aportación de la población extranjera", sostiene el consejo económico y social catalán.
El CTESC afirma: "El crecimiento del empleo ha permitido absorber el incremento de la población activa". "Pese a la presión sobre el mercado de trabajo, el incremento de empleo ha permitido reducir el paro y a la vez crear aún más puestos de trabajo", a juicio del análisis de este organismo, incluido en los indicadores socioeconómicos y laborales que publica regularmente. De hecho, el paro en este periodo ha bajado en 20.900 personas.
Más extranjeros hasta 2020
Este análisis coincide con el de otros economistas. En su trabajo España 2020: un mestizaje ineludible -publicado por el Instituto de Estudios Autonómicos catalán-, el catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Josep Oliver, explicaba que la incorporación de inmigrantes al mercado de trabajo va a ser una constante en los próximos 15 años. España necesitará entre cuatro y siete millones de extranjeros hasta 2020 para cubrir la demanda, especialmente en Cataluña y otras autonomías como Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana, según Oliver.
Los indicadores de coyuntura del CTESC observan una mejora del clima industrial, amén de una moderación de la inflación, e incluso una ligera caída de los precios industriales a finales de 2006. Al cierre del ejercicio, los afiliados a la Seguridad Social en Cataluña se situaban en 3,33 millones de personas, con un ligero descenso respecto al año anterior, pero con un mayor peso de la contratación indefinida por los efectos de la reforma laboral.
El CTESC informa también de la subida de los accidentes laborales con baja durante el ejercicio pasado, hasta 152.282, de los que 137 fueron mortales.
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