La dirección de la fábrica de Sony de Viladecavalls (Vallès Occidental) ha decidido dar un permiso extraordinario retribuido de tres semanas a 230 trabajadores. El motivo es la necesidad de reducir el stock de televisores producidos ante un bache de las ventas de algunos productos, según indicaron los sindicatos CCOO y UGT.
Los trabajadores afectados están de fiesta desde el lunes pasado, después de que el viernes se acordara la puesta en marcha urgente de la medida debido a la progresiva disminución del volumen de producción en los días anteriores. Los 80 empleados fijos y algunos temporales trabajarán dos sábados como compensación cuando la empresa necesite incrementar la producción.
La filial española de la multinacional japonesa se ha visto obligada a poner en marcha la medida, que calificó de "puntual", pese a que en los próximos meses iniciará un plan que incluye la creación de una bolsa de horas para aumentar o reducir la producción de 450 empleados temporales que se convertirán en fijos discontinuos. Este sistema dará a la fábrica un colchón para asumir la elevada estacionalidad de la producción de teles, que alcanza el periodo álgido en el segundo semestre.
CRÍTICAS SINDICALES
Los sindicatos criticaron la precipitación de la empresa. José Antonio Posadas, de UGT, mostró su preocupación por el riesgo de que se repita esta situación de excedente de plantilla con una "respuesta menos positiva de la empresa", y pidió la entrada anticipada de fijos discontinuos.
El responsable de CCOO en la planta, Noel Climent, atribuyó la decisión de Sony al interés por "finalizar en mejor situación el año fiscal" de la compañía, y añadió que la dirección rechazó una propuesta de recolocar a los afectados en el resto de líneas de producción. Climent espera que los nuevos productos que se fabricarán a partir de abril permitan mantener las previsiones de este año, que sitúan la producción en unos dos millones de unidades.
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