El Royal Bank of Scotland (RBS), segundo banco del Reino Unido, amenaza a sus empleados con medidas disciplinarias si no abren una cuenta en la entidad para que se les abone el salario, aseguró ayer el sindicato Amicus.
Un borrador de una carta del banco al que tuvo acceso el sindicato, firmada por el consejero delegado del RBS, Gordon Pell, dice que todos los empleados "deben abrir una cuenta para el pago de su salario". La misiva advierte de que no abrir la cuenta representará una "infracción de la política del grupo", en cuyo caso se instará a los directores de las sucursales a que "se encarguen de acuerdo con la normativa disciplinaria del grupo".
Un portavoz del RBS aseguró que todos los empleados "son advertidos en las entrevistas de trabajo" de que tendrán que abrir una cuenta. La entidad también señaló que sus trabajadores tienen "total libertad" para abrir cuentas adicionales en otros bancos.
El sindicato Amicus mostró su "enfado" por la decisión del RBS y calcula que la medida afectará a 14.000 empleados del grupo, propietario también del Banco Natwest. "Si trabajas en el supermercado Tesco, no te sancionan por comprar verduras del Sainsbury's", argumentó el presidente del sindicato, Rob Macgregor, que añadió que se está asesorando legalmente para luchar contra la medida.
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