El 75% de los nuevos empleos de 2006 se crearon en sectores de escasa productividad
La mayoría de los 600.000 nuevos empleos creados en España durante 2006 fueron ocupados por inmigrantes. La incorporación de más de 350.000 trabajadores extranjeros al mercado laboral ha permitido sostener el fuerte crecimiento económico, un punto y medio por encima de la media de la zona euro durante la última década. El modelo de desarrollo económico español implica que "la creación de empleo se concentra en sectores de baja productividad, tales como la construcción, el turismo y el servicio doméstico", según el informe interno de la Comisión.
Este informe interno de finales de febrero valora el Programa de Estabilidad presentado por España en diciembre del año pasado. Bruselas advierte de que la baja productividad y el diferencial de inflación con la zona euro están "deteriorando la posición de competitividad en el exterior cuyas tradicionales ventajas comparativas se apoyaban más en los bajos costes de producción que en productos de alto contenido tecnológico". Todo ello conduce a "una ampliación del déficit exterior que podría poner en peligro las perspectivas de crecimiento a medio plazo", avisa la Comisión.
El año pasado, alrededor del 33% del nuevo empleo se creó en la construcción y un 15% adicional en servicios vinculados a la vivienda, como el alquiler y la compraventa. El turismo y los servicios domésticos contribuyeron a crear otro 30% de los puestos de trabajo nuevos. "Todos estos sectores", señala el informe al que ha tenido acceso EL PAÍS, "representan más del 75% del empleo creado en España el pasado ejercicio". "En contraste", añade, "la industria sólo ha creado el 5% del nuevo empleo". Este desarrollo no habría sido posible sin la participación de los inmigrantes. Más de 500.000 entraron en España el año pasado, con una tasa de participación en el mercado laboral del 80%. Ello significa, que los extranjeros cubrieron más del 70% del empleo creado en estos sectores.
"España parece que está disfrutando una suerte de círculo económico virtuoso", señalan los técnicos de la Comisión. En síntesis, el proceso económico descrito es el siguiente: el consumo privado y la construcción son la causa de la intensa creación de empleo en el sector de la vivienda y en los servicios, que a su vez alimentan de nuevo la demanda interna en un contexto de sanas finanzas públicas y tipos de interés reales negativos.
¿Hasta cuánto durará este virtuosismo que ya se prolonga durante más de 12 años? Junto al aumento del déficit exterior, el riesgo asoma también por el alto endeudamiento de las familias, en gran parte explicado por la masiva inversión en compra de vivienda. Según la Comisión, esta situación "está aumentando la vulnerabilidad de una gran parte de la población por un aumento de los tipos de interés".
El riesgo de las familias españolas por su elevado endeudamiento ha sido analizado por José Luis Malo de Molina, director general del Servicio de Estudios del Banco de España, en un reciente trabajo. En su opinión, "los riesgos son particularmente relevantes para un sector de familias con elevados ratios de endeudamiento y bajos niveles relativos de renta y riqueza, y que, por lo tanto, tienen poco margen para incrementar adicionalmente su carga financiera".
No obstante, destacó la importancia de la revalorización de las viviendas, que ha supuesto un aumento neto "de la riqueza del sector que excede el 800% de su renta bruta disponible, lo que constituye un exponente de solidez financiera del mismo". A su juicio, "los riesgos que plantea el rápido aumento de las deudas de los hogares no están relacionados con la estabilidad financiera, sino con su posible influencia en las decisiones futuras de gasto".
Por encima de la media
A pesar de ello, la Comisión ve "verosímil", la proyección de crecimiento de España que se mantendrá hasta el 3,3% en 2009, siguiendo claramente por encima de la media europea. La cuestión está en que este crecimiento se sostendrá "exclusivamente por la demanda interna, que pasará de crecer el 4,7% en 2006 al 4% en 2009".
El desafío para España está en la pérdida de competitividad en el sector exterior. El bajo crecimiento de la productividad, 0,5% anual, frente al 1% de la zona euro y el diferencial de inflación están deteriorando la balanza exterior. En los próximos tres años, las exportaciones crecerán a un ritmo del 6% anual. En cambio, las importaciones, aunque se moderarán, evolucionarán del 8,5% en 2006, al 7% en 2008. Ahora, las importaciones, ya son un 25% más elevadas que las exportaciones. El endeudamiento neto exterior será del 9,5% en 2008.
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