Señalan que junto con un buen salario y un horario laboral adecuado necesitan un aprendizaje continuo
La competitividad entre compañeros y con los jefes, la rutina, la decepción y el escaso aprovechamiento de sus elevados conocimientos son las principales causas laborales que tienen desmotivado al 56% de los jóvenes profesionales
No obstante, el grado de insatisfacción varía. Los ingenieros de telecomunicaciones y químicos son los que gozan de mayor calidad laboral; mientras que los informáticos y físicos aparecen como los más desengañados y los que por pura supervivencia han hecho de su profesión un mero instrumento generador de unos ingresos que les permiten vivir.
La situación de estos trabajadores figura en el VII informe Randstad, dedicado a "jóvenes, profesionales y urbanos". El estudio es el resultado de una investigación llevada a cabo mediante entrevistas con 32 personas nacidas entre los años 1967 y 1976, elegidas entre los que hicieron carreras con resultados académicos por encima de la media y que llevan entre siete y 15 años en el mercado de trabajo, en Madrid y Barcelona. La muestra utilizada es pequeña, pero estos informes, con independencia de cubrir los intereses de las empresas que los encargan, sirven para orientar sobre la situación del panorama laboral.
El informe asegura que estos profesionales se mueven entre la cultura industrial de "devoción al trabajo" heredada de sus padres y la del " consumismo post-moderno". Están dispuestos a comprometerse a fondo con las empresas siempre que valoren su promoción, iniciativa, creatividad y responsabilidad, pero aparecen menos dispuestos a la "adhesión pasional" por las compañías en las que trabajan. Prueba de este hecho, es que en sus primeros cinco años de vida laboral cambian de empresa entre tres y seis veces.
Malgastadores de talentos
Las encuestas arrojaron que el 44% de los entrevistados consideraba su situación profesional "ideal", mientras que el 56% demostraba "insatisfacción con aspectos diversos de su trabajo". Y, de estos últimos, el 18% declaraba sentirse plenamente a disgusto porque su actividad no era estimulante y aseguraba estar "desaprovechado y aburrido".
Así, los profesionales españoles señalan que junto con un buen salario y un horario laboral adecuado necesitan un aprendizaje continuo, responsabilidades nuevas y bien definidas y proyectos "ilusionantes". Todo ello encuadrado en un plan de negocio aceptable y creíble.
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