Y ya no sólo con el objetivo de que los empleados permanezcan el mercado de trabajo más allá de los 65 años (con la vista puesta en un horizonte máximo de los 70 años, como se había barajado hasta el momento).
Sino con la intención de superar incluso ese tope y generar un esquema de ayudas que favorezca el mantenimiento laboral hasta que el trabajador decida.
Para la secretaria de Política Económica y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero, “resulta impensable que la edad de jubilación pueda permanecer inalterada desde los años 40 cuando la esperanza de vida era entonces 20 años menor de lo que es ahora”. Un contexto en el que “es lógico que vayamos incentivando la prolongación de la vida laboral”, añade.
La responsable económica de los socialistas aclara que la última reforma de las pensiones “ha introducido nuevos incentivos para la prolongación de la jubilación y creo que hay que seguir en esa dirección”.
La frase de Rodríguez Piñero se refiere, así, a los últimos cambios introducidos desde el Ministerio de Trabajo, una modificación que favorece que las personas que prorroguen su vida laboral hasta los 40 años de ejercicio profesional acumulado puedan percibir, con ciertos límites, un incremento de un 3% de sus pensiones de jubilación.
“Una persona a los 65 años está en perfectas condiciones de desarrollar plenamente todas sus capacidades”, añade la dirigente socialista, por lo que debe avanzarse hacia “un modelo en el que quienes se sientan útiles y productivos aporten, y tengan incentivos para seguir haciéndolo”.
Para Rodríguez Piñero el tope de edad máximo no debe ser materia de regulación estricta. Por el contrario, “todo debe depender de la situación de cada uno, de manera que quien se encuentre bien, pueda seguir trabajando”.
El complemento a esa reforma debe ser la inclusión de fórmulas de “mayor flexibilización de la jornada laboral” en lo que, a juicio de la socialista, también “queda camino por recorrer”.
Seguridad Social
El anuncio de la responsable económica del PSOE no pretende arrojar un panorama negativo sobre la Seguridad Social. Para ella “debemos ser conscientes de que tenemos una Seguridad Social absolutamente solvente”, especialmente teniendo en cuenta que el Fondo de Reserva ha pasado de 15.000 millones de euros hasta superar los 40.000 millones en una legislatura.
Pese a lo cual, “tenemos que garantizar la solvencia ahora y en el futuro, y eso requiere revisar continuamente nuestro sistema, compaginando medidas solidarias, como las subidas de pensiones o su extensión a nuevos colectivos, con el logro de una mayor relación entre lo que aporta el trabajador y lo que recibe”.
Un reciente informe publicado por el Instituto de Estudios Fiscales, de hecho, ha puesto a la luz la “generosidad” de las pensiones españolas, debido principalmente al fuerte incremento medio que registran las prestaciones percibidas, respecto a las aportaciones realizadas durante la vida laboral por muchos de los beneficiarios, especialmente cuando abandonan el puesto de trabajo de forma anticipada.
El dictamen realizado ahora por el PSOE no se separa mucho de las orientaciones lanzadas desde los distintos organismos internacionales que, como en el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI) han reclamado una continuidad en las reformas de las pensiones españoles que garanticen su equilibrio y viabilidad futura.
España, de hecho, ha recibido ya varias alertas por parte de la Comisión Europea en las que se le ha recordado al Gobierno la conveniencia de avanzar en las reformas de las prestaciones por jubilación especialmente a la vista de la fuerte entrada de inmigrantes que ha registrado España en los últimos años, en concreto, cerca de cuatro millones de nuevos residentes en cinco años, según los datos del Padrón.
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