La cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo aumento en 19.000 y llegó a 342.000 la semana pasada, el nivel más alto en ocho semanas, informó ayer el Departamento de Trabajo norteamericano.
El volumen de solicitudes del subsidio que pagan los gobiernos de los Estados ha variado mucho durante el invierno y en el comienzo de la primavera, afectado por despidos de temporada, cambios meteorológicos y las fechas en que han caído algunas fiestas tradicionales.
El promedio de solicitudes en cuatro semanas, un indicador menos volátil, subió en 7.000 y llegó a 323.250, el nivel más alto en tres semanas.
Mientras tanto el número de personas que seguían cobrando el seguro en la semana que terminó el 31 de mazo subió en 38.000 y llegó a 2,527 millones, el más alto en cuatro semanas.
El promedio en cuatro semanas de las personas que cobraban el subsidio bajo en 13.500 y quedó en 2,51 millones, el nivel más bajo en siete semanas.
La proporción de desempleados subsidiados -la porción de todos los trabajadores cubiertos por el seguro de paro que cobran el beneficio- se mantuvo en el 1,9 por ciento.
Algunos economistas han observado con cierta preocupación el aumento en las solicitudes del subsidio por desempleo. Sin embargo, el ritmo de crecimiento económico más lento no ha tenido, todavía, un impacto mayor sobre el desempleo: el índice de desempleo bajó en marzo a un 4,4 por ciento.
Las nuevas solicitudes representan empleos perdidos, y el nivel de subsidiados que siguen cobrando el beneficio señala cuán difícil, o fácil, es que las personas encuentren nuevos empleos.
El desempleo de largo plazo ha sido una característica de esta expansión.
En marzo pasado, casi el 33 por ciento de los 6,7 millones de personas que figuran en el índice oficial de desempleo había estado sin trabajo durante más de 15 semanas, mientras que el 18 por ciento, 1,2 millones de personas, ha estado sin empleo por más de 27 semanas.
Habitualmente el subsidio por desempleo se paga durante 26 semanas. Después de ese plazo, las personas siguen figurando en la estadística de desempleo si buscan trabajo.
Muchas personas que abandonan la búsqueda porque los salarios o las condiciones de trabajo no les convienen simplemente desaparecen de la estadística.
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