Los trabajadores vendrán de Rumanía con un contrato temporal (hasta nueve meses de duración, aunque la mayoría son para la temporada de verano). Una de las principales ventajas, según explica el vicepresidente de la Federación Española de Hostelería, el valenciano Emiliano García, es que los trabajadores vienen formados. Precisamente esta –la mano de obra cualificada– es una de las necesidades más acuciantes del sector.
Recientemente, la Federación de Empresarios de Hostelería de la provincia de Valencia fijó en alrededor de 2.000 los puestos de trabajo que precisa cubrir en la presente campaña estival.
El contingente de extranjeros que comenzará a llegar a la Comunitat Valenciana a principios de junio no será suficiente para responder a esa demanda, aunque se ajusta a las peticiones emitidas por los propios hosteleros, que en los últimos meses han comunicado a la Federación sus necesidades de personal.
El año pasado, los hosteleros denunciaron que la cuarta parte de puestos en la Comunitat quedaron vacantes por falta de mano de obra preparada, una situación que se pretende evitar este verano.
Es el primer año que recurren a la contratación en origen. Emiliano García reconoce que todavía el empresario no ha desarrollado la cultura de acudir al extranjero a por mano de obra, sobre todo con la antelación necesaria para tramitar los permisos. No obstante, el vicepresidente de la Federación Española de Hostelería asegura estar satisfecho con los 250 contratos tramitados.
Los primeros trabajadores llegarán en 15 días a los restaurantes y hoteles de Comunitat, aunque el destino principal es la provincia de Castellón. Allí, la importancia turística de enclaves como Marina d’Or, capitaliza buena parte de los contratos de empleados rumanos.
Los empresarios deberán abonar la mitad del coste del viaje, además de impuestos y los honorarios de los técnicos que realizan la selección de personal en origen. En total, alrededor de 450 euros por trabajador.
Una vez lleguen a España, los empleados extranjeros, con título de manipulador de alimentos y conocimientos de castellano, realizarán un curso sobre integración laboral, en el que se les informará, entre otros aspectos, sobre la tarjeta sanitaria o el régimen de la Seguridad Social.
El sector trabaja además en el traslado de un contingente de empleados estables “con contratos superiores a un año” desde República Dominicana, Ecuador o Colombia.
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