El 12% de los trabajadores españoles realiza jornadas excesivas, por encima de las 37 horas establecidas de media en los convenios y muy lejos de las 35 horas que propone los sindicatos. Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) apunta que ese porcentaje llega hasta el 22% de los trabajadores de todo el mundo y afecta a más de 600 millones de personas.
Este estudio presentado ayer en Ginebra revela que uno de cada cinco trabajadores está ocupado más de 48 horas a la semana. España se encuentra en la banda intermedia de los países desarrollados frente a casos como el de Reino Unido e Israel –donde más de un 25% de los asalariados realizan jornadas excesivas–, o Australia, Suiza y Estados Unidos que superan el 18%.
Pero el problema afecta principalmente a los países en vías de desarrollo como Perú, donde el 50,9% de los trabajadores realizan extensas jornadas laborales, Corea del Sur (49,5%), Tailandia (46,7%) y Pakistán (44%). Los países latinoamericanos se mueven en unos porcentajes que van desde el 28,4% de Argentina hasta el 22,1% de trabajadores con excesivas horas de trabajo en Uruguay.
INGRESOS BAJOS
El problema detectado por la OIT tiene que ver con la necesidad de trabajar más horas para completar ingresos muy escasos y porque se ha extendido la utilización de las horas extraordinarias por parte de los empresarios.
Por contra, la organización internacional pone de relieve que las jornadas reducidas tiene efectos positivos en la salud de los trabajadores, en la vida familiar, en la igualdad entre sexos, en la reducción de los accidentes de trabajo y, finalmente, en la productividad.
Pero, en general, las leyes o políticas para reducir el tiempo de trabajo tienen una influencia limitada sobre la duración real de la jornada en los países desarrollados. Poco o nada ha cambiado en términos de género: el hombre en los países ricos sigue realizando más horas de trabajo mientras que la mujer intenta reducirlas para ocuparse de la familia.
OBLIGACIONES FAMILIARES
Pero en países aún sin desarrollar como Hungría, la presencia de hijos obliga a las mujeres a hacer entre un 13% y un 19% más de horas al día. Por el contrario, un 23% de las mujeres malayas abandona su trabajo para cuidar a los niños.
Siempre se suele alargar más la jornada diaria en el sector servicios, en actividades como la venta, la hostelería, en el transporte y en el almacenamiento. Pero donde se generan jornadas más largas es en lo que la OIT llama empleo informal y en España se denomina empleo autónomo. Los trabajadores por cuenta propia llegan a trabajar hasta 49 horas semanales. En cambio, las mujeres utilizan a veces el empleo autónomo con jornadas reducidas como complemento a la renta familiar.
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