Las pensiones de los trabajadores domésticos fueron las que más costaron a la Seguridad Social en el 2006, circunstancia consolidada desde hace unos años. Durante el pasado año, uno de cada dos jubilados procedentes del Régimen Especial de Empleados de Hogar no cotizó lo suficiente para percibir la pensión más baja del sistema, establecida anualmente por el Gobierno. En consecuencia, necesitaron una ayuda económica, conocida como 'complementos de mínimos', para recibir la cuantía fijada; dinero financiado en su inmensa mayoría por las cotizaciones sociales.
El comportamiento de estas prestaciones figura en la Memoria anual del Consejo Económico y Social (CES) publicada recientemente. El documento alerta de que la subida de las pensiones mínimas por encima del Índice de Precios de Consumo (IPC) ha originado un nuevo incremento en el número de prestaciones que perciben complemento, con el consiguiente efecto en el importe del gasto. El problema se agudiza entre los trabajadores domésticos, cuyas cotizaciones son muy bajas.
Los complementos de mínimos le cuestan a la Seguridad Social más de 4.500 millones de euros. Este dinero está, pues, destinado a paliar esa falta de cotización, que en el conjunto del sistema afecta al 27% de las pensiones en vigor. La Memoria informa que en julio del año pasado había 2.212.562 pensiones que necesitaron mínimos.
No obstante, el Ministerio de Trabajo ya ha tomado nota de la situación y planea la reforma del Régimen de Empleados de Hogar tras un flexible y largo periodo transitorio. En breve va a proponer a CEOE, Cepyme, CC. OO. y UGT un cambio que implicará finalmente su supresión, tras el traspaso de los trabajadores domésticos al Régimen General, que necesita solamente el complemento de mínimos en el 19% de sus pensiones.
Regulación obsoleta
El Régimen de Empleados de Hogar está destinado a los trabajadores mayores de 16 años que perciben un sueldo o remuneración por prestar servicios domésticos durante una determinada jornada en un hogar, cuyo titular se ha convertido en su empleador. Su regulación data de 1985 y está actualmente obsoleta de acuerdo con la opinión del secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, quien insiste en la necesidad de corregir determinadas disfunciones como el coste que para el Estado tienen estas pensiones.
En mayo, el Régimen Especial integraba (en media mensual) 279.532 trabajadores. En datos interanuales, la afiliación había bajado un 20,76% y en 73.232 ocupados. El origen de este descenso consiste en que el trabajo doméstico se ha convertido en la principal puerta de acceso laboral para los inmigrantes, quienes una vez conseguida su regulación se trasladan a otros regímenes, problema que para el Ministerio también es necesario afrontar.
La figura del cuidador recogida en la Ley de Dependencia reducirá a la mitad el número de afiliados al Régimen Especial de la Seguridad Social que acoge al servicio doméstico e impulsará su desaparición. En la actualidad existen 280.000 trabajadores inscritos como empleados de hogar. Con la nueva norma, el 50% de estos asociados pasará al Régimen General, según calculó Granado. Así, unos 140.000 afiliados al Régimen Especial se convertirán en asalariados vinculados al Régimen General.
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