Las poblaciones de muchos países de Europa oriental y la antigua Unión Soviética figurarán entre las más envejecidas del mundo para el 2050, dijo el miércoles el Banco Mundial y pidió a los gobiernos que adopten medidas para encarar esa realidad inevitable.
La edad media de la población europea pasará de los 38 a los 49 años en el 2050, más de 20 años de la edad media en Africa, dijo el banco en un informe. España, con la mitad de su población de más de 55 años en el 2050, será el país más envejecido del mundo, seguido de cerca por Italia y Australia, con una edad media calculada en los 54 años.
"Sin embargo, los países de más rápido envejecimiento en las próximas dos décadas serán los de Europa oriental y la antigua Unión Soviética, como resultado de una baja de la fertilidad sin precedentes y el aumento de las expectativas de vida", indicó el informe.
El análisis concluye que el envejecimiento en la región ocurre en el contexto de un débil desarrollo institucional sin precedentes, los países pueden evitar consecuencias económicas severas si aceleran su transición económica y reforman sus sistemas de pensiones y cuidados médicos para encarar los desafíos del envejecimiento.
"Los países acaudalados y más desarrollados como Francia, Italia y Japón se encuentran en una posición mucho mejor para encarar los desafíos del envejecimiento que los de Europa oriental y la antigua Unión Soviética", afirmó Arup Banerji, uno de los autores del informe.
La región seguramente verá disminuir su población en 24 millones en las próximas dos décadas, dijo el informe. Rusia perderá 17 millones de su nivel actual de 145 millones.
Para el 2025, dijo el informe, entre un quinto y un cuarto de la población de nueve países de la Europa oriental y las antiguas repúblicas soviéticas, desde Azerbaiyán a Eslovaquia, tendrá 65 años o más. En el 2025, más de uno de cada cinco búlgaros tendrá más de 65 años.
Según el análisis, envejecer no significa necesariamente perder celeridad. El envejecimiento no tiene por qué impedir el crecimiento nacional, agregó, si los países adoptan políticas que aumentan la productividad y la participación de la fuerza laboral.
"Esas políticas necesitan atender gran parte del anticipado aumento del gasto público, especialmente los impactos de las pensiones y los cuidados médicos, fenómenos bien conocidos", indicó el informe, "Sólo hace falta adoptarlas y ejecutarlas".
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