La responsable del Departamento de Gestión de Personas de El Corte Inglés, Rebeca Díaz, enumeró ayer la ignorancia, los prejuicios y el exceso de protección familiar para con los discapacitados como algunas de las 'trabas' que se detectan a la hora de contratar a este colectivo, al que tradicionalmente se ha atribuido incluso la presunción de una menor productividad, o los altos costes en la adaptación de los puestos de trabajo.
A la falta de toma de conciencia a todos los niveles de la empresa, Díaz -que esta ayer participó en una Jornada sobre 'Empresa y Discapacidad' organizada en el Hotel Puerta Madrid por el Grupo SIFU- sumó la falta de accesibilidad en muchos de los centros de trabajo españoles, incluyendo algunos centros de El Corte Inglés antiguos que no están adaptados a estas necesidades, "aunque esto se está cambiando y los nuevos centros son ya todos accesibles".
Además de la excesiva protección familiar, que en El Corte Inglés "notan en todos los procesos de selección de estas personas", Díaz se refirió también a los cobro de pensiones de invalidez, que hacen que, en muchos casos, la persona con discapacidad no trabaje, aún estando en edad de trabajar. La escasa formación es otra de las trabas, según Díaz, que recordó, sin embargo, que ésta se daba en mucha mayor medida hace unos años.
En el caso de la cadena de centros comerciales, el primer paso para contratar personas con discapacidad -actualmente la plantilla total de este colectivo asciende a 730 personas, cumpliendo sobradamente la LISMI, ya que también trabajan con 75 centros especiales de empleo- es el análisis y valoración de los puestos de trabajo y la selección según la capacidad del candidato con el fin de 'hacer un hueco'.
EL factor 'clave' en este sentido, es a su juicio la colaboración con asociaciones y fundaciones especializadas en discapacidad, ya que desde ellas se preselecciona a los candidatos previamente, reduciendo así el riesgo de frustración al llegar a la posterior selección de la empresa.
Además, "en muchos casos se comparte con ellos el trabajo de inserción a través de lo que se denomina 'empleo con apoyo', es decir, el acompañamiento de la persona con discapacidad por parte de un preparador laboral, que facilita la relación entre el empleado y los mandos medios", explicó Díaz.
De los 75 centros especiales de empleo con los que trabaja El Corte Inglés, la gran mayoría se dedica a labores de producción de artesanía, flores, alimentación, recepción de información, vigilancia de probadores, etc, ganando además "en visibilidad" de estas personas, tanto para los clientes como para el resto de empleados, mandos, etc. Es decir, fomentando la normalización.
Durante el acto, otras empresas expusieron también sus experiencias en materia de integración laboral de personas con discapacidad o en riesgo de exclusión -o "con otras capacidades"-, como Fundación Barclays, cuyo director de Igualdad y Diversidad prefirió llamarlo, precisamente, "gestión de la diversidad"; DKV Seguros, que cuenta con la Fundación 'Integralia' para este fin, o el Grupo Konecta, que también estuvo representado por la directora de su fundación, Graciela de la Morena.
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