La empresa automovilística Seat genera el 1,2% del producto interior bruto (PIB) de Catalunya y de ella dependen más de 39.000 empleos, sumados los directos y los indirectos. En el sector agroalimentario, el grupo Freixenet genera el 35% del PIB del sector del vino y el cava.
Estos datos se han obtenido gracias a las nuevas tablas input-output de Catalunya, correspondientes al ejercicio del 2005, elaboradas por el Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat) y que permiten estudiar las relaciones de compraventa entre todos y cada uno de los sectores económicos. El conseller de Economia i Finances, Antoni Castells, presentará el lunes esta herramienta estadística, pero ayer su departamento avanzó ya algunas conclusiones referidas al peso concreto de Seat y Freixenet en el conjunto de la economía catalana.
La firma automovilística tenía ese año 12.810 empleos directos y 26.546 más dependían de la actividad de la empresa. El valor estricto de la producción de Seat fue de 5.443 millones de euros, pero generó otros 3.078 millones más de forma indirecta. De estos, 2.441 corresponden al efecto que directamente generó al realizar las compras necesarias para la producción a sus proveedores, y el resto se explica por las necesidades indirectas que, de manera sucesiva, estos proveedores generan en los otros sectores económicos.
Mediante las tablas se detecta también que la industria es la que recibe el mayor efecto de la actividad de Seat (90,6%), seguida de los servicios (9,1%). Al margen de la propia empresa, un total de 6.145 empleos y una producción de 1.120 millones de euros del sector de vehículos de motor, componentes y accesorios depende de la firma de Martorell. Estas cifras equivalen a un 19,5% de producción de este sector.
Respecto a Freixenet, se constata que en el 2005 generó el 35% del PIB del sector vitivinícola. Directamente, dio empleo a 417 personas, pero de forma indirecta dependían de este grupo 1.426 puestos de trabajo más, el 28% de los ocupados del sector. El mayor impacto de su actividad lo recibió la industria, un 85%, básicamente las ramas de bebidas y vidrio; los servicios recibieron el 11,2% y la agricultura, el 3,9%.
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