El mercado laboral ha generado entre enero y junio 9.219.508 contratos nuevos. Un 12,60% de los mismos, es decir, 1.162.061, engrosó la lista de indefinidos, incluidas las transformaciones de eventuales en fijos. Este porcentaje, además de ser bastante bajo, supone cierto retroceso de las colocaciones estables porque, si bien resultó 0,85 puntos superior a la tasa registrada el 31 de diciembre del 2006, fue unas décimas inferior a la contabilizada en meses anteriores. Por ejemplo, en marzo llegó al 13,50%.
El avance de la contratación fija desde enero a junio era algo esperado por el Gobierno, las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos CC. OO. y UGT, interlocutores que pactaron la última reforma laboral, cuyas primeras medidas entraron en vigor el 1 de julio del 2006. Los cambios están orientados, principalmente, a conseguir un empleo de mayor calidad. Así, durante el último semestre del año pasado se bonificaron los traspasos de contratos temporales en indefinidos. A partir del 1 de enero, las medidas benefician al empleo inicialmente estable, con reducción de las cuotas empresariales a la Seguridad Social.
Sin embargo y pese a que los puestos de trabajo fijos crecen más que los temporales, la tasa de la contratación indefinida no despega. En lo que va de año se han suscrito 1.162.061 colocaciones de calidad, un 20,85% más que en el mismo periodo del 2006; y 8.057.447 temporales, un 0,33% por encima de las contabilizados 12 meses antes. En total, la contratación creció en junio un 2,53% en cifras interanuales.
Después de una década
Con anterioridad a la reforma laboral de julio del 2006, el último impulso eficaz para el fomento del empleo fijo databa de abril de 1997. En aquella ocasión, las organizaciones empresariales y sindicales también pactaron una serie de cambios con el visto bueno del Gobierno, entonces del Partido Popular, que elevaron la tasa mensual habitual de los contratos indefinidos desde el 3% al 8,5%.
El comportamiento de las nuevas colocaciones durante el primer semestre del año figura en un informe difundido por el Servicio Público de Empleo (SPE), antiguo Inem, que igualmente refleja que a finales de junio solo dos comunidades habían generado más de 15 contratos indefinidos por cada 100 creados. Madrid era una de ellas, autonomía que desde hace tiempo encabeza el porcentaje de estabilidad. En esta ocasión, la tasa fue del 20,20%. La otra comunidad fue Cataluña, con un 17,86%.
Por comunidades
La reforma laboral de julio también benefició a las autonomías con más eventualidad: Andalucía y Extremadura. Sus índices de estabilidad llegaron en febrero a rozar el siete y a sobrepasar el 8%, respectivamente, pero el pasado día 30 habían retrocedido al 6,14% y al 6,36%.
Otras comunidades, que al igual que Madrid y Cataluña, superaron la tasa media de contratos indefinidos fueron La Rioja (14,74%); Baleares (14,19%); Canarias (13,34%); Aragón (13,25%); Castilla y León (13,01%); y Comunidad Valenciana (12,47%). Al otro lado de la lista, junto a Andalucía y Extremadura, aparecieron País Vasco (9,58%); Murcia (10,28%); Asturias (11,52%); Navarra (11,66%); Cantabria (11,71%); Castilla-La Mancha (12,07%); y Galicia (12,23%).
El estudio del SPE también analiza la situación de las provincias. Gerona, con un 21,04%, se consolida en el primer lugar. En el otro extremo, se sitúo Jaén al no conseguir ni siquiera cuatro empleos fijos por cada 100 creados. Su proporción fue del 3,23%. Muy cerca estuvo el 3,2% y el 3,98% de Huelva y de Córdoba.
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