El estudio, elaborado por la Fundació Jaume Bofill en base a los últimos datos estadísticos disponibles, pone de relieve que el 1 de enero de 2007 en Cataluña había empadronados 996.004 extranjeros -el 13,4% de la población-, lo que supone 55.247 más que los 913.757 censados en el año 2006.
El director del la Fundación, Jordi Sànchez, que hoy ha presentado el informe en rueda de prensa junto con el subdirector del Centro de Estudios Demográficos, Andreu Domingo, ha subrayado, a la vista de los datos del estudio, que Cataluña se ha convertido en un "lugar maduro" para la inmigración.
En este sentido, ha explicado que en Cataluña se están "entrelazando" dos procesos paralelos, ya que coinciden en el tiempo la llegada -cada vez menor- de inmigrantes típica del inicio de un proceso masivo de inmigración, con una segunda fase, de mayor madurez, caracterizada por el reagrupamiento y el retorno.
El informe también pone de relieve que por primera vez el flujo interior de extranjeros en España da un resultado negativo para Cataluña, de forma que en 2005 salieron de Cataluña hacia otras autonomías 2.438 extranjeros más de los que llegaron a esta comunidad procedentes del resto de España.
Este dato demuestra, según los autores del informe, que en España se han configurado nuevos polos de atracción de inmigrantes, como la Comunidad Valenciana, que en tan solo tres años atrae a más inmigrantes que Andalucía.
Según el informe, a Cataluña llegaron durante todo 2005 un total de 171.077 extranjeros (la cifra provisional de 2006 es de 186.000), mientras que 45.044 abandonaron esta comunidad, ya sea para volver a su país de origen o dirigirse a otros puntos de España o a terceros países.
El retorno de inmigrantes a su país de origen, según Domingo, se da sobre todo en los extranjeros procedentes de Marruecos y se prevé que crecerá en los próximos años, también como reflejo de la "madurez" del fenómeno en Cataluña.
Tras el 'boom' inmigratorio de entre los años 2000 y 2004, los expertos pronostican que en este año y el próximo el aumento de inmigrantes puede ser levemente superior al periodo 2004-2006, ya que se recogerá el aumento estadístico de la regulación del año 2005, si bien se mantendrá la tendencia a la ralentización.
Otra de las tendencias del año 2005 -el último del que se tienen datos específicos- ha sido la ralentización de la llegada de inmigrantes africanos (un 10,9% más) y de latinoamericanos (10,4% más), frente al mayor protagonismo de los europeos (20,5% más los comunitarios y 23,5% más los del resto de Europa) y los asiáticos (22,2% más).
Este hecho ha provocado, por ejemplo, que el aumento de inmigrantes en 2006 en la comarca del Barcelonès -donde se concentran en su mayoría inmigrantes latinoamericanos- haya sido de sólo un 3,7%, frente al 9,4% del total.
En Cataluña están empadronados actualmente 198.986 marroquíes (el 19,9% del censo extranjero), seguidos de los ecuatorianos (84.254 -8,43%-), los rumanos (63.266 -6,33%-), bolivianos (53.000 -5,30%-), los colombianos (44.576 -4,46%-), los italianos (37.680 -3,77%-), los argentinos (36.333 -3,64%-), los chinos (34.993 -3,50%-), los peruanos (30.933 -3,10%-) y los franceses (29.430 -2,94%-).
Se da el caso, según el informe, de que la mayoría de marroquíes que viven en Cataluña son hombres (62,2%), mientras que en el flujo latinoamericano predominan las mujeres, ya sean bolivianas (57,7%), colombianas (54,7%), ecuatorianas ( 53,2%) o peruanas (53,6%).
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