El efecto de los planes de empleo ha provocado que la demanda de trabajo entre las mujeres se haya disparado un 40,3 por ciento en los últimos cinco años. Así lo asegura un informe sobre el mercado laboral femenino en Ceuta que acaba de publicar este mismo mes el Observatorio Ocupacional del Servicios Público de Empleo Estatal (SPEE, el antiguo Inem), y que se basa en datos de 2006. El documento dibuja para las mujeres un escenario muy similar al de los jóvenes, colocando a estos dos colectivos como las grandes víctimas del paro, gracias sobre todo a su escasa cualificación.
La explicación a esta alta demanda de empleo se ve observando los datos por edades. Y es que el número de mujeres de más de 45 años que quieren trabajar es un 120,23 por ciento más alto que hace cinco años. En España, la media entre este grupo de edad, que es también entre el que más ha subido la demanda, creció tres veces menos (30,6 por ciento). Este espectacular incremento lo explica las expectativas que generan los planes de empleo en una colectivo caracterizado por la baja formación. La economía ceutí se muestra absolutamente incapaz de absorber semejante crecimiento, aunque la situación ha mejorado ligeramente, con un incremento de la contratación femenina del 5,9 por ciento, sobre todo entre las mayores de 45 años (72,6 por ciento).
Ser mujer y estar en el paro es, desde luego, normal. De cada cien mujeres que quieren trabajar sólo 16 encuentran un empleo. En total, el 31 de diciembre de 2006 eran 780 las mujeres que trabajaban en Ceuta y 4.153 las que esperaban en las listas del Inem a encontrar un trabajo, de las cuales cuatro de cada diez llevan en el paro más de un año.
Si en términos generales, el paro se caracteriza en la ciudad por la escasa ocupabilidad de sus protagonistas (según los últimos datos del Inem, 'baja' para el 40,80 por ciento de los desempleados y 'muy baja' para el 17,87 por ciento), entre la población femenina la falta de formación se constituye como la gran explicación del desempleo. El Observatorio Ocupacional del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales alerta de que el nivel formativo es 'muy bajo'. De cada cien mujeres que demanda un empleo, 75 no tienen estudios o sólo cuentan con la titulación mínima obligatoria que expide el Ministerio de Educación, lo que antes era la EGB. El 35 por ciento no estudió nunca y el 20,5 fue a la escuela pero la abandonó antes de obtener el certificado de estudios más elemental, que sólo poseen el 18,9 por ciento de ellas.
Poca estabilidad
En 2006 se firmaron 16.338 contratos laborales, que dieron trabajo a 8.760 personas. Algo más de la mitad eran mujeres. Pero el contrato que encuentran los mujeres es además precario. El Ministerio de Trabajo alerta de que la mujer tienen 'menos estabilidad' en la contratación que el hombre. Ni siquiera el 10 por ciento de ellos son indefinidos y de los temporales lo más normal es que no dure más de un mes (un total de 3.520). A gran distancia se sitúan los indeterminados (1.552) y los que tienen una vida que oscila entre uno y tres meses (1.056).
Los trabajos de limpieza, dependiente, ordenanza y conserje son los más demandadas, aunque los que más empleo generaron en 2006 para las mujeres fueron la sanidad y los servicios sociales (2.312 contratos), la Administración (1.889) y la hostelería (1.112).
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