El consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Fernández, ha indicado que ‘‘es totalmente legal’’ que Delphi se instale en Europa del Este, pero ha advertido que el Ejecutivo andaluz trabaja para que las empresas ‘‘no se trasladen sin una justificación fuerte’’ a otros países de la Unión o de fuera de ella. En este sentido, existe una resolución del Parlamento Europeo que elimina las ayudas para las compañías que se ubiquen en un país si éstas proceden de otras zonas de la UE.
No obstante, Fernández ha explicado que la planta que Delphi pondrá en marcha en Rumanía no tiene nada que ver con la que tenía en Puerto Real y que las patentes de la firma están intactas y que ninguna de las desarrolladas en Cádiz se realizarán en la nueva factoría, ya que dichas líneas de producción han sido abandonadas ‘‘de manera total’’ por la multinacional.
Donde sí existe temor por la nueva planta rumana es en San Cugat del Vallés (Barcelona), tal y como han manifestado estos días los sindicatos con representación en la extinta fábrica gaditana.
Medio centenar de los trabajadores de las empresas auxiliares de Delphi en Puerto Real han acampado a las puertas de la factoría para reivindicar la misma indemnización que recibirán los empleados directos de la compañía, pues aseguran que aún no tienen carta de despido ni comunicación por parte de la empresa con respecto a su situación laboral, a pesar de que la actividad con Delphi termina el 31 de julio. Estas circunstancias afectan a 168 trabajadores de subcontratas, quienes piden una compensación de 45 días por año trabajado.
Los sindicatos apoyan esta reivindicación, que aseguran que es lo ‘‘único que queda pendiente’’, pues el plan de medidas que la Junta de Andalucía llevará a cabo para la recolocación de los empleados de Delphi beneficiará también a las empresas auxiliares.
El consejero de Empleo ha afirmado que todas las industrias que mantenían relaciones laborales con la fábrica de Cádiz ‘‘están incorporadas al plan de Delphi’’.
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