En Gran Canaria, tres de cada diez trabajadores del sector del ocio y la restauración son extranjeros. La mayoría, según Luis Vega, presidente de la Federación Empresarial Canaria de Ocio y Restauración (Fecao), “son de la zona del norte de África, en especial de Marruecos”. También hay una presencia notable, aunque mucho menos importante, “de ciudadanos del centro de Europa”, añadió ayer el presidente de la patronal. En la Fecao consideran que la mayoría de estos trabajadores “necesitan formarse”, y recalcan que su principal valor es que “vienen con ganas de trabajar”.
El presidente de la patronal estima que “los que llevan más tiempo se van adaptando” al ritmo laboral de la isla, pero insiste en que “lo ideal sería que la gente viniera con contratos previos, es decir, previamente legalizados, y bien formados, con una idea más clara” de lo que se vana encontrar aquí. Vega espera que los anuncios del Gobierno de Canarias de establecer centros de formación en los países de origen de los inmigrantes se hagan realidad, algo que repercutiría de forma positiva en la calidad del servicio prestado en los establecimientos. La falta de formación, según la Fecao, tiene consecuencias inevitables en el servicio.
Los puestos que estos inmigrantes suelen ocupar cuando llegan a la isla son los de “lavaplatos, mayoritariamente”, explica Vega. Respecto a la posibilidad de ascender en la escala laboral, el presidente de la patronal admite tal posibilidad, pues “es en la práctica donde aprenden”, dado que sus conocimientos previos del sector son deficientes. “Algunos son incluso encargados en establecimientos”, apunta, y además añade que entre ellos “hay muy buenos cocineros”.
La distribución de los extranjeros empleados es similar en toda la isla, ya sea en las zonas turísticas del Sur o la capital. Eso sí, la Fecao observa una mayor presencia de inmigrantes europeos en las primeras. La proporción respecto al número total de trabajadores es la misma, una tónica general que no admite particularidades de peso.
En cuanto a si el sector del ocio y la restauración nota un incremento de la inserción laboral al llegar los meses de verano, Vega responde que “es más o menos igual durante todo el año”. “Ha subido muy poco para el verano, en el Sur de la isla no está siendo éste un verano muy apetecible”, añade. Este crecimiento “muy moderado”, puntualiza Vega, no se nutre tampoco de la aportación de la mano de obra que pueden representar los estudiantes, que a menudo se dedican a ocupar su tiempo de vacaciones estivales en ganar algo de dinero haciendo sustituciones por vacaciones en bares y restaurantes. “Hay poquito estudiante, sólo alguno que otro que trabaja en el ocio nocturno, aunque cada vez son menos”, analiza el empresario. La razón, “la falta de interés en conseguir independencia económica” de los jóvenes y la dadivosidad de los padres.
En Gran Canaria, por tanto, la cifra de extranjeros empleados en el sector hostelero no alojativo es más baja que en otros lugares de España. Luis Vega cree que hay que tener muy en cuenta la nueva Ley de Extranjería en este análisis. La provincia de Las Palmas, según el citado estudio, está por debajo de la de Tenerife, pues en ésta el porcentaje de penetración de estos colectivos es de entre el 10 y el 20%, superior a esa proporción de tres sobre diez de la primera.
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