Ese dato adverso coincide con una menor pujanza del sector servicios, un nicho tradicional de empleo en verano debido a las actividades turísticas. Los dos elementos han ocasionado una evolución negativa del mercado laboral en julio, que se salda con 4.469 parados más. La industria es el único sector donde cae el desempleo en el último año.
El desempleo ha aumentado en julio tanto como disminuyó el año pasado. Se trata de un dato atípico, pues la importancia del turismo en España hace de éste un mes proclive a la contratación. La confluencia de datos poco favorables en los dos sectores que más puestos generan -servicios y construcción- ha resucitado las subidas del paro, que no se producían desde enero, según los datos de los servicios públicos de empleo presentados ayer.
Casi 12.000 parados más se han dado de alta en el sector de la construcción, el doble que el año pasado. Se trata del peor dato de los últimos 10 años, los únicos que recoge el sistema, que ha cambiado recientemente de método. A la vez, los servicios sólo han logrado acabar con un tercio del paro que redujeron el año pasado.
La industria se salva
Aunque el Ministerio de Trabajo resta importancia al dato mensual, lo cierto es que confirma los indicios que apuntan a una pérdida de ritmo del sector de la construcción y del empleo en general. Resulta significativo que en el último año el desempleo crezca, especialmente en construcción (un 7,29%). El único sector que se salva es precisamente la industria, el que parece compensar, al menos en parte, las pérdidas que se registran en el ladrillo.
Los hombres son quienes acusan la subida del paro, tanto en el último mes como en el año, mientras las mujeres registran leves descensos. El dato refleja el impacto del retroceso de la construcción, un sector con mayoría de empleo masculino.
La afiliación a la Seguridad Social registra una tendencia similar a la del paro, con un crecimiento de los ocupados en la industria manufacturera y una moderación del crecimiento en construcción.
Como suele ocurrir a final de mes, especialmente en verano, 172.000 afiliados fueron dados de baja por sus empresas a final de julio. El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, subrayó ayer, en la presentación de estas cifras, que ya han vuelto al registro unos 110.000. Se trata de una práctica fraudulenta que realizan algunos empresarios para evitar pagar las vacaciones o los fines de semana a los trabajadores.
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