La informalidad laboral afecta a 40% de los trabajadores argentinos, según un informe difundido por el Banco Mundial (BM), que destaca a su vez que durante los últimos 2 años, la misma bajó 4 puntos porcentuales en la áreas urbanas del país
"Los altos niveles de informalidad en América Latina, incluyendo Argentina, son un síntoma de debilidades institucionales y, al mismo tiempo, limitan las oportunidades de crecimiento y bienestar social", según se indica en la nueva publicación Informalidad: Escape y Exclusión, elaborado por el Economista Jefe para América Latina, Guillermo Perry, y otros economistas del BM.
En la Argentina, la informalidad laboral afecta a cuatro de cada 10 trabajadores y se da principalmente en empresas chicas (de entre 2 y 5 empleados) aunque también se registra en compañías de mayor tamaño.
El informe explica también que el fenómeno tiene una mayor incidencia en los trabajadores jóvenes y en los de mayor edad.
Durante los 80 y 90, la Argentina registró el mayor aumento de la informalidad laboral de la región -en 13% del empleo en Gran Buenos Aires entre 1980 y 2003-, y ello afectó a la mayoría de la sociedad y no solo a los grupos marginales, según la investigación.
Para el Banco Mundial, la informalidad aumentó en los '90 como resultado de un tipo de cambio sobrevaluado "que llevó a la expansión de sectores con mayor propensión a la informalidad, al uso indiscriminado de contratos temporales y el debilitamiento de la fiscalización de la ley laboral e impositiva, y, en menor medida, al impacto de las reformas comerciales y al incremento en la participación laboral de la mujer", detalla el trabajo.
Sin embargo, Perry explicó que en los últimos años "Argentina ha revertido esta tendencia, lo cual es una señal positiva que debe sostenerse con políticas enfocadas en mejorar las condiciones que impulsan la productividad y la expansión del sector formal y a hacer mas atractiva la formalidad para las empresas y los trabajadores que operan en la informalidad".
"Aun cuando la informalidad no es significativamente más alta en América Latina con respecto a otros países en desarrollo con ingresos per cápita similares, aumentó en los noventa de forma sorprendente y preocupante", remarcó el texto.
Para reducir la informalidad el informe enfatiza "la necesidad de adoptar un enfoque integral que favorezca el aumento de la productividad agregada y mejore los incentivos para la formalidad implícitos en las regulaciones de negocios, impositivas, laborales, en la seguridad social y los programas de protección social".
Entre las políticas públicas para reducir la informalidad en América Latina, se destacaron:
-
Facilitar el registro de nuevas empresas
-
Simplificar la ley tributaria
-
Ampliar los beneficios asociados con la formalidad (acceso al crédito,mercados, seguridad jurídica, programas de desarrollo empresarial),
-
Eliminar o reducir rigideces excesivas en los mercados laborales
-
Mejorar el diseño y cobertura de la seguridad social y los programas de protección social, y
-
Aplicar la ley de forma equitativa y firme.
Los comentarios están cerrados.