El Indicador Coyuntural de Fecundidad en Andalucía alcanzó en 2005 los 1,44 hijos por mujer, dentro de una tendencia de recuperación que se inició a partir de 1998, año en el que se registró un mínimo histórico, con 1,28 hijos por mujer. El Sistema de Información Demográfica del Instituto de Estadística de Andalucía, que depende de la Consejería de Economía y Hacienda, permite un seguimiento de la evolución de la fecundidad mediante este y otros indicadores.
En España esa recuperación ha sido menor que en Andalucía y se sitúa en el 1,35. En ambos casos una parte de ese incremento se fundamenta en los partos de madres extranjeras, con mayor fecundidad y más juventud. Otro factor que ha influido en este aumento han sido los nacimientos de españolas de más de 30 años, que han recuperado nacimientos que atrasaron anteriormente.
La fecundidad es un factor fundamental para el crecimiento de la población y para el buen desarrollo y funcionamiento de cualquier sociedad. Se ve afectada por dos características claves del grupo de mujeres en edad reproductiva: su composición por edades y su distribución según el estado civil. Las mujeres jóvenes y las mujeres casadas tienen una probabilidad mayor de tener hijos.
En los años 60, y hasta mediados de los 70, Andalucía y España tenían la fecundidad más elevada de la Unión Europea. Desde entonces ha venido disminuyendo, como en muchos países europeos, hasta alcanzar un mínimo histórico a finales del siglo pasado. Se trata de una fenómeno asociado a la denominada segunda transición demográfica, que se distingue por los cambios en las estructuras familiares y está muy ligada a la nueva situación laboral y social de las mujeres.
La situación actual es la inversa de la que existía hace cuarenta años: los niveles más altos se dan ahora en los países del Norte de Europa. No se constata una relación evidente entre la participación en la actividad remunerada de las mujeres y la fecundidad, como prueba el caso de los países nórdicos, que presentan al mismo tiempo las tasas de actividad femenina y de fecundidad más altas de la Unión.
Sin embargo, estos dos elementos se perciben como obstáculo el uno para el otro, lo que pone en evidencia la necesidad de una adaptación al nuevo modelo de familia. Las políticas dedicadas a la familia, la maternidad y el cuidado de los niños, como las que desarrolla la Junta de Andalucía, pueden contribuir a la recuperación de la fecundidad.
En el año 1976, el número medio de hijos por mujer era, en Andalucía, de 3,24 y en España de 2,79. Ambos se hallaban por encima del valor de 2,1 necesario para garantizar el "reemplazo generacional", es decir, el mantenimiento a largo plazo de los efectivos y de la estructura de la población, algo que no ser producen en la actualidad.
El descenso en los niveles de fecundidad ha venido acompañado de un aumento de la edad media a la maternidad. En 1990, la edad media de las mujeres que fueron madres en Andalucía, era de 28,6 años y en 2005 alcanza los 30,4 años.
El porcentaje de nacimientos fuera del matrimonio es un indicador de cambio en las sociedades modernas. En Andalucía, estos nacimientos representaban el 3% del total en 1980 y en 2005 alcanzaban el 25,1%, después de un aumento continuo. En la Unión Europea este tipo de nacimientos supone el 32,9% en 2004. En algunos países, cómo Suecia, la proporción supera el 50%.
Se observa, por otro lado, un significativo descenso del número de familias numerosas. El de mujeres con 3 o más hijos ha descendido de forma continua desde el año 1975, en el que el 33,6% de los nacidos eran primogénitos y el 38,3% eran hijos de rango 3 o más. En el año 2005 estos porcentajes fueron del 51,4% y del 11,1%, respectivamente
Los comentarios están cerrados.