Los trabajadores catalanes se muestran más preocupados por la posibilidad de una reducción de su sueldo que ante una eventual pérdida del empleo, según indica la última Encuesta de Condiciones de Trabajo de Cataluña elaborada por la Generalitat.
Según ha explicado la consellería de Trabajo en un comunicado, el 41,5% de los encuestados se muestra muy preocupado ante la posibilidad de que le modifiquen el salario, por sólo el 22,7% que asegura estar preocupado ante la eventualidad de no encontrar empleo en caso de perder el actual, una incidencia que la administración ha achacado a los bajos datos de paro que registra Cataluña.
Por sexos, las mujeres se muestran ligeramente más preocupadas que los hombres por sufrir modificaciones en su retribución, por quedarse sin empleo y porque le sean modificadas en contra de su voluntad las tareas que realizar.
En este sentido, la diferencia se agudiza en el caso de un hipotético cambio de horario, posibilidad por la que el 20,8% de las mujeres consultadas asegura estar muy preocupada, por un 13,8% de los hombres que comparte este sentimiento.
La encuesta también incide en los casos de violencia física en el puesto de trabajo, de acoso sexual o de discriminación por razones de nacionalidad, raza, sexo, discapacidad u orientación sexual, que son siempre inferiores al 3%, con la única excepción de la discriminación por razones de edad entre las mujeres, ya que el 4,5% de las féminas afirma haberlo experimentado personalmente.
En contraposición, el acoso moral en el trabajo parece tener mayor incidencia puesto que el 6,4% de los hombres y el 9,4% de las mujeres aseguran haberlo sufrido en su puesto de trabajo en los últimos doce meses.
Según los datos de la encuesta, el jefe lidera el ejercicio de este acoso, con un 67,6% de los casos, seguido por los compañeros (33,4%) y los subordinados (8,1%), aunque se da la circunstancia de que en diversos casos el acoso proviene de estamentos distintos.
Así, las relaciones personales suponen, en gran parte de los casos, un aspecto esencial y un buen apoyo en caso de problemas de los trabajadores catalanes, ya que el 80,2% de los 3.127 encuestados señala que muchas veces o siempre cuentan con el apoyo de los compañeros, una ayuda que también es mayoritaria, aunque algo menor, en el caso del jefe inmediato (63,6%).
El 40,1% de los trabajadores catalanes se muestran críticos con la capacidad de planificación de sus jefes, mientras que un 23,1% considera que nunca o sólo en alguna ocasión se le notifican los cambios que pueden afectar a su futuro.
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