El Sindicato Independiente de Figurantes de Catalunya ha surgido con el objetivo de regularizar la situación laboral de aquellas personas que trabajan como figurantes en el cine, la televisión y la publicidad.
Para llevar a cabo su objetivo, el sindicato ha ideado una propuesta de convenio de contratación donde fija un salario mínimo, un horario que no sobrepase las 10 horas diarias, contando un máximo de dos como extras, y los servicios que necesita el figurante durante un rodaje como las dietas y el transporte.
El presidente del sindicato, Xavier Soler, criticó en declaraciones a Europa Press que actualmente el trabajo del figurante "no está regulado", y ello conlleva hacer, en ocasiones, jornadas laborales de 15 horas y cobrando 30 euros diarios.
El principal problema de este trabajo es que "en España siempre se ha considerado un entretenimiento", con lo que sólo una veintena de los 3.000 figurantes catalanes pueden vivir exclusivamente de ello, según dijo.
El sindicato, que ya ha depositado sus estatutos ante la Consellería de la Generalitat, nació de la Asamblea Permanente de Auxiliares Artísticos y Modelos Cat, que se creó en mayo después de que la agencia Tot Models cerrara sin previo aviso y dejara a figurantes sin pagar, aseguró Soler. Aunque aún no está determinado el número de miembros, Soler afirmó que los integrantes de la asamblea dieron su palabra y que "en septiembre se llegará a los 150-200" afiliados.
En Catalunya existe desde hace cinco años otra entidad, también vinculada a CC.OO., que defiende los intereses de los figurantes, la Asociación de Figurantes de Catalunya. Ésta consiguió que el año pasado Televisió de Catalunya reconociera a los figurantes como trabajadores y subiera el salario a los 57 euros por ocho horas de trabajo diario, declaró a Europa Press su presidente, Jordi Jardí.
DISCREPANCIAS SOBRE EL INTERMEDIARIO
Por otra parte, el nuevo sindicato se muestra reacio a una iniciativa de la Asociación que pretende traspasar el trabajo de intermediario entre figurantes y productoras, efectuado por las agencias, a las empresas de trabajo temporal (ETT).
Soler opina que ello provocaría una "desprofesionalización" y llevaría a la "precariedad" el trabajo del figurante ya que, según el presidente, las ETT son "colocadoras de trabajo" que no conocen los matices de la profesión, algo que no sucede en las agencias porque éstas ya saben como funciona, matizó.
El presidente de la Asociación, en cambio, pone en duda la capacidad que tienen las agencias en gestionar los figurantes y considera que éstas "no aportan transparencia", además de ser "tendenciosas y favoritistas".
Jardí añadió que las agencias "viven más de los figurantes que de los actores", ya que para una película pequeña se necesita una media de 200 figurantes. Este hecho conlleva, según él, que algunos tengan más "interés" en seguir siendo las intermediarias porque dan "privilegios" a determinadas personas que "se las contrata con mayor frecuencia".
Este procedimiento, según Jardí, va en contra de la filosofía de la asociación, formada por 300 miembros, que pretende eliminar este "monopolio" a través de las ETT, que ofrecerían "mayor seguridad" a los figurantes.
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