Las últimas oleadas de inmigración tienen un claro carácter laboral. Pese a ello, al proceso de regularización impulsado por el Gobierno en 2005 y a que siete de cada diez inmigrantes que vive en la provincia de Alicante tiene un permiso de residencia permanente, apenas un 25% de los extranjeros están dados de alta en la Seguridad Social. El dato, que evidencia que la situación laboral de los trabajadores está lejos de considerarse normal, forma parte del estudio La inmigración en Alicante. Informe visual 2007 y ha sido elaborado por el Secretariado Diocesano de Migración de Orihuela-Alicante.
El informe, que constata que apenas un 29% de este colectivo es menor de 16 años o mayor de 65, refleja también que seis de cada diez inmigrantes en edad de trabajar se encuentran en una "zona difusa" denominada "otras situaciones". Los autores del estudio consideran, entre otras explicaciones, que estos trabajadores forman parte de la economía sumergida (servicio doméstico, trabajos por cuenta ajena sin alta en la seguridad social o actividades económicas no declaradas). Tampoco descartan que en este grupo se encuentren adultos económicamente dependientes como amas de casa o familiares mayores.
Los datos no son una anécdota, ya que la provincia de Alicante, con 390.577 extranjeros censados es la tercera en España en número de inmigrantes, tras Madrid y Barcelona y en términos relativos es la primera. Uno de cada cinco habitantes de la provincia es extranjero. Los extranjeros suponen ya en esta provincia alrededor del 20% de toda la población. "En consecuencia, debería ser nuestra provincia el primer referente a la hora de articular políticas autonómicas de integración", subraya el informe.
Los autores de este análisis aprovechan también para dejar atrás algunos tópicos sobre la población inmigrante de la provincia de Alicante. La tendencia, explican, a pensar que la mitad de la población extranjera son jubilados comunitarios, si "fue más o menos cierta" hace años ya no es válida. Sólo uno de cada cuatro inmigrantes son jubilados y prejubilados europeos. El resto son extranjeros que llegan para trabajar o por motivos de reagrupación familiar.
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