La crisis hipotecaria que azota a EE UU, el fuerte repunte del Euribor y la amenaza de recesión en la economía mundial e incluso en la española ha comenzado a calar negativamente en los compradores de vivienda, que están retrasando aún más las transacciones y agravando el parón de ventas que arrastra el sector desde hace un año, según los expertos. Además, los inversores creen que hay que esperar algún tiempo ya que el encarecimiento de las hipotecas provocará la salida al mercado de numerosos inmuebles procedentes de familias que no pueden hacer frente a los créditos. A este explosivo cóctel se une el histórico mal dato del paro en agosto, que ha puesto aún más nerviosas a las familias españolas, por temor a perder su empleo.
“Antes la gente ya se pensaba mucho la compra de un piso, pero tras los últimos subidotes del Euribor y lo que está cayendo en el ámbito hipotecario estadounidense, mucha gente ni siquiera va a visitar las casetas de las nuevas promociones” explica el consultor inmobiliario Ignacio Muñoz. En su opinión “si antes iban al día entre 50 y 100 personas a visitar las nuevas promociones, ahora van como mucho 15 ó 20, lo que está obligando a las empresas a incorporar cada vez más ofertas y mejoras en la financiación para poder deshacerse de las viviendas”.
El secretario general de la Asociación Asprima, José Manuel Galindo, también reconoce a INVERTIA que las nuevas incertidumbres financieras e hipotecarias están afectando al sector, si bien matiza que no hay fundamentos económicos que justifiquen serios problemas en el horizonte y lo achaca a razones especulativas. “Los compradores están convencidos de que esta tormenta crediticia va a ayudar a que los pisos bajen de precio, pero es muy difícil que eso ocurra al menos en la vivienda nueva porque las promotoras han pagado un precio por el suelo y necesitan vender en base a él”.
En cualquier caso, admite que por esta creencia muchas familias están retrasando más su decisión de comprar una vivienda ya que al no tratarse de un bien de primera necesidad no les corre urgencia” si bien espera que “todo vuelva a su cauce cuando los compradores comprueben que el valor de los inmuebles siguen igual y que no se resienten”. Galindo sí estima que pueden producirse “ajustes de precios más erráticos” en el segmento de los pisos de segunda mano ya que “los valores están muy hinchados”.
Desde la Asociación de Promotores y Constructores culpan a algunos agentes del sector y a determinados responsable políticos de provocar nerviosismo innecesario en los ciudadanos, al transmitir a los consumidores una idea de “crisis generalizada equivocada”. Por ello, pide a todos ellos “seriedad” y que hagan “ejercicio de análisis”. Su secretario general, Manuel Martí se alinea en este caso con el vicepresidente Pedro Solbes y asegura que “el problema de las hipotecas subprime es exclusivamente de EE UU y basta” e incide en que “todo el mundo sabe que en nuestro país hay muchos más controles para las hipotecas”. Paralelamente, quita hierro al repunte del Euribor ya que “hace apenas una década partíamos de intereses al 10%, con lo cual los tipos actuales no provocan ninguna alarma porque hay que tener un sentido de la proporcionalidad y de las magnitudes”.
Miguel Pinto, director de investigación de mercado y consultoría del Grupo I no comparte esta idea y subraya que el parón inmobiliario español se agudiza por dos factores, “el primero de ellos el continuo ascenso del Euribor y por la mayor cautela que han iniciado los bancos a la hora de dar los créditos” para evitar situaciones de insolvencia parecidas a las que están ocurriendo en EE UU. Esta circunstancia, según él, lleva a muchas familias a postergar la compra de un nuevo piso porque no tienen fondos para comprarlo. Pinto también alerta de que algunas promotoras se verán dañadas seriamente por esta nueva situación. De hecho, las previsiones apuntan que la demanda real de viviendas para este año será de entre 400 y 450.000 viviendas frente a las casi 800.000 de ejercicios anteriores.
También destaca que “se está produciendo el fenómeno de la pescadilla que se muerde la cola en el sentido de que hay muchas familias que no pueden comprar su segunda o tercera vivienda por falta de financiación porque no puede vender la que tiene en ese momento”.
Miedo al paro y despidos
En general, todos los expertos coinciden en que la adversa cifra de paro de agosto no es nada halagüeña ni alentadora par el sector y apuntan que obedece al revés que comienza a vivir el gran motor de la construcción y el sector inmobiliario.
El consultor inmobiliario Ignacio Muñoz muestra su preocupación por el repunte del desempleo “ya que es consecuencia del bajón que está experimentando la construcción, un sector muy sensible en la economía española”.
En cambio, el responsable de Asprima, José Manuel Galindo, cree que habrá que esperar la evolución de este importante indicador económico en los próximos meses al considerar que agosto “es un mes atípico”. En este sentido, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera ha afirmado en los últimos días que en septiembre bajará el paro porque en los once primeros días del mes ya se habian afiliado 220.000 personas a la Seguridad Social, lo que permitiría recuperar todo lo perdido en agosto.
Por otro parte, según Xavier Segura, economista en Caixa Catalunya “el factor clave del debilitamiento del mercado laboral es la construcción".
Ramón Aragonés
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