UGT destacó ayer que el dato "más negativo" de la inflación de agosto es la subida de los productos que conforman la cesta básica de consumo de las familias, como la leche y el pan, y advirtió de la repercusión de estos incrementos de precios en las economías familiares.
Ante esta situación, el sindicato reclamó a las autoridades que se mantengan "expectantes y vigilantes" para evitar que las presiones externas sobre la demanda de cereales sirvan como "pretexto" para encubrir "comportamientos oportunistas" por parte de la industria alimentaria.
Asimismo, UGT demandó una mayor capacidad adquisitiva de los trabajadores, con una mejora generalizada de los salarios. "Nuestro crecimiento económico supera en 1,5 puntos la tasa de crecimiento de la UE y, sin embargo, hay cerca de 8 millones de trabajadores con salarios inferiores a los 1.000 euros", denunció la central.
La organización dirigida por Cándido Méndez señaló además que, pese a que la situación ha mejorado con respecto a la de hace un año, el diferencial de precios con la zona euro (1,8%) sigue siendo un "factor de desventaja competitiva" en relación al entorno español.
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