El mercado laboral español no ha cambiado de ciclo. Las cifras oficiales sobre el número de cotizantes a la Seguridad Social en los once primeros días de septiembre así lo demuestran. En algo más de una semana se han recuperado todos los afiliados que se perdieron durante el mes de agosto y sitúan el dato de paro de ese mes en su verdadera dimensión: no como el inicio de la degradación del mercado laboral, sino como el reflejo de uno de sus peores males, el fraude en la contratación.
Los datos son contundentes. Durante agosto la Seguridad Social perdió 206.865 cotizantes, que se elevaron hasta 254.717 si se toma como referencia el último día de mes. El dato fue interpretado por algunos medios como una señal de alarma en el mercado laboral. Hubo en el PP quien llegó a afirmar que era un indicio irreversible de que la economía entraba en recesión. La realidad es otra. En los once primeros días del mes de septiembre la Seguridad Social ha recuperado 220.000 afiliados.
El dato es aún más llamativo si se tiene en cuenta que el 3 de septiembre, primer día laborable tras las vacaciones estivales, el número de cotizantes aumentó en 185.000 personas, como ha dado a conocer el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado.
Esto ha puesto de manifiesto el fraude de ley que existe en la contratación laboral. Como ha denunciado el secretario general de UGT, Cándido Méndez, en el mes de agosto tradicionalmente sube el paro y bajan los cotizantes a la Seguridad Social. "Esto refleja el preocupante comportamiento de muchas empresas, en especial del sector de la construcción, que aprovechando una menor actividad en el periodo estival despiden a los trabajadores para ahorrarse los salarios y cotizaciones correspondientes. Un fraude de ley que perjudica a los trabajadores y repercute negativamente sobre los recursos de la Seguridad Social y que debe ser perseguido por la inspección laboral".
En la misma dirección se han manifestado los dirigentes de CC. OO., que han alertado de que esta práctica se produce en todas las vacaciones estivales, aunque en ninguna ocasión había sido de forma tan intensa. Una de las razones que lo explican es que este comportamiento irregular se ha extendido a las empleadas de hogar, que en su inmensa mayoría son inmigrantes.
Junto a este hecho, durante agosto se registraron malas condiciones climáticas, que frenaron la contratación en empleos de temporada como en las piscinas, agentes contra incendios, camareros, etcétera.
Por eso, el dato más relevante es que en los últimos doce meses el número de cotizantes se ha incrementado en 530.614 de término medio, lo que supone un aumento del 2,8%. Esto es compatible con el hecho de que el crecimiento del empleo se esté ralentizando como consecuencia del descenso de actividad en la construcción. De hecho, el paro registrado en términos interanuales ha estado creciendo de forma ininterrumpida durante los últimos cuatro meses.
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