Michael Glos es un político curtido en mil batallas y acostumbrado a poner cara de jugador de póker a la hora de negociar estrategias o acuerdos políticos que beneficien a su partido, la Unión Cristiano Social de Baviera (CSU). Pero cuando Glos, que desde hace casi dos años desempeña el estratégico cargo de ministro de Economía del gobierno de Gran Coalición, leyó un informe preparado por el Instituto de Investigación de Colonia, el ministro casi no dio crédito al frío análisis sobre el mercado laboral de su país.
El instituto descubrió que las grandes industrias alemanas habían fracasado rotundamente en llenar varios miles de puestos de trabajo vacantes a causa de una aguda falta de profesionales altamente calificados. "La falta de ingenieros y especialistas en informática ha ocasionado perdidas a la economía germana en 2006 equivalentes al 1 por ciento del PIB", concluyó el autor del informe, Oliver Koeppen. Las pérdidas calculadas en euros suman 20 mil millones de euros.
Peor aún, el estudio revela que la escasez de profesionales se concentra en un sector clave de la economía germana: La industria electrónica, metalúrgica, automotriz, maquinarias y de servicios. "En todos los sectores faltan matemáticos, informáticos, científicos y técnicos", señalaba el informe. "Pero también hay escasez de técnicos sin títulos académicos".
Según el autor del estudio, la principal causa de la escasez de personal cualificado en el país tiene un origen domestico. Las empresas no supieron prevenir con tiempo el auge que reina actualmente en el país y tampoco se preocuparon en llevar a cabo programas de formación profesional. "El cambio demográfico profundizó el problema", señala el informe.
Freno económico
La publicación del informe del Instituto de Investigación Económica de Colonia no sorprendió a la Cámara de Industria y Comercio alemán (DIHT) que ya en la primavera pasada había advertido del nuevo problema que tiene la primera potencia económica de Europa. Según la DIHT, la escasez de profesionales, además de ocasionar perdidas multimillonarias para la industria puede convertirse en un peligroso freno para el auge económico del país.
"La escasez de personal calificado impide la creación de nuevos puestos de trabajo", admitió el presidente de la Cámara, Ludwig Georg Brauen, quien confesó que más de la mitad de las firmas alemanes tienen problemas para llenar los puestos vacantes.
Confrontado a la penuria de mano de obra altamente calificada, el gobierno federal adoptó una decisión casi revolucionaria que entrará en vigor a partir del 1 de noviembre próximo. Ese día, Alemania un país poco amigo de abrir sus fronteras a trabajadores extranjeros, acogerá sin condiciones a ingenieros electrónicos y mecánicos provenientes de los países del este europeo miembros de la Unión Europea. El gobierno también someterá al parlamento un proyecto que permitirá a los estudiantes extranjeros, en posesión de un diploma alemán, poder trabajar durante tres años en el país. Al cabo de ese tiempo deberán regresar a sus respectivos países.
Medidas
Las medidas anunciadas por la canciller, Angela Merkel, aunque representan un cambio en la rígida política migratoria del país que tenia previsto cerrar su mercado de trabajo a los profesionales de los nuevos miembros de la UE hasta 2009, fueron calificadas como "un pequeño paso en la dirección correcta" por la Cámara de Industria y Comercio. Pero la DIHT no se cansa de pedir al gobierno que adopte medidas más valientes para luchar contra la escasez de mano de obra calificada. Por ejemplo, imitar la política migratoria de Canadá o Gran Bretaña, que llevan a cabo una interesada campaña para atraer profesionales.
Alemania, en cambio, permite trabajar en el país a un profesional extranjero sólo si puede exhibir un contrato que le permita ganar 85.000 euros al año. En 2006 solo 500 especialistas pudieron cumplir con los requisitos que exige la ley.
La sequía de ingenieros, informáticos, físicos y matemáticos también ha sido reflejada por la Oficina Federal del Empleo en su último informe sobre el estado de salud del mercado laboral donde constato que las necesidades de las grandes empresas no se pueden satisfacer.
Pero el organismo aporte una nueva radiografía del mercado laboral que sorprendió al país. Junto a los casi 3,8 millones de parados que registró la Oficina federal en el mes de agosto pasado, existe casi un millón de ofertas de trabajo. "Existe una gran demanda de electricistas, cerrajeros, fresadores y otros oficios calificados", señaló un portavoz de la Oficina Federal.
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